
La victoria del Barcelona ante el Getafe el pasado sábado tuvo mucho eco (casi la mayoría) por la celebración de una parte del vestuario culé al término del partido, interrumpiendo la rueda de prensa de Víctor Rodríguez. El asunto trascendió de la mera anécdota y ha provocado una riada de reacciones a la que hoy se ha sumado Luis Enrique.
El entrenador del Barcelona ha sido hoy noticia por su reacción un tanto agresiva al referirse a los acontecimientos e incluso lanzando 'dardos' a los periodistas. "El resto forma parte del circo del fútbol. Más allá de la nota en la que los jugadores hablan, no hay nada más", decía el asturiano en referencia a los sucesos del sábado. Además, terminaba con un "Qué bien os vendría disfrazaros a algunos".
Detrás de este enfado con los periodistas y por lo que se ha sobredimensionado el asunto, hay un factor más a tener en cuenta: Luis Enrique no ha visto con buenos ojos el comportamiento de los jugadores blaugranas en Getafe a pesar de las palabras de esta mañana en rueda de prensa.
Informa el periodista Santi Giménez (que sigue la actualidad culé en As) en su perfil de Twitter que Luis Enrique también se ha sentido enfadado por lo ocurrido en Getafe, pero que lo de hoy ha sido una defensa pura y dura ante los medios. Los asuntos de casa se solucionan dentro de las paredes de la propia casa.
Mucho se ha hablado de la ausencia de un líder moral dentro del propio equipo, al estilo de Puyol, para tratar de refrenar en la medida de lo posible estos impulsos que pueden ser tomados por faltas de respeto por los rivales. De hecho, fue uno de los jugadores que no participaron, Andrés Iniesta, el que llamó al Getafe para disculparse. El Barcelona, además, lanzó un comunicado pidiendo perdón. Y en paralelo, un Luis Enrique que no lo dice en público, pero tiene un mosqueo considerable por lo visto en la zona mixta del Alfonso Pérez.