
Javier Mascherano protagonizó una de las escenas de la semana entrando al juzgado para declarar por dos posibles delitos de fraude fiscal de 1,5 millones de euros que él mismo admitió. Se veía en las fotografías a un jugador tranquilo, acompañado de su abogado, que entraba y salía de las dependencias del Juzgado de Instrucción 9 de Gavà. El '14' lleva la procesión por dentro.
Y es que el argentino está muy enfadado con el Barcelona. Cuenta Jugones que se siente decepcionado por la actitud del club. Piensa que él no ha cometido ningún error y que es el club el que ha de dar la cara por él, que ya ha pagado 600.000 euros del millón y medio que se le pide.
El entorno del jugador considera que debería ser el club el que pagase estas cantidades ya que, en su opinión, él no ha realizado ningún comportamiento ilegal y la responsabilidad es de la entidad blaugrana. De lo contrario, se plantearía una salida.
Ésa es la opción para el centrocampista, presionar con esta posibilidad. Lo bueno para él (según se informa desde su propio entorno) es que ya habría equipos esperando a que la situación evolucionase. De hecho, habría recibido algún que otro aviso de equipos de Inglaterra e Italia.
El mes de diciembre es la fecha clave hasta la que Mascherano y su entorno esperarían para ver qué hacer. Si el Barcelona mueve ficha, no existiría ningún problema, pero en el caso de que no haya reacción por parte de los blaugranas, podría llegarse a una situación delicada.