
Ángel Di María está a un paso de volver al Santiago Bernabéu. Lo hará con una camiseta distinta a la del Real Madrid. La semana que viene, el próximo martes, el 'Fideo' se enfundará la elástica del PSG en el estadio que se puso de pie para aplaudirlo por última vez una noche de agosto, en la vuelta de la Supercopa de España frente al Atlético. Dice que no olvida semejante gesto. Por eso no celebrará un hipotético gol en caso de ver puerta ante Keylor Navas. Una reacción comedida que no se intuía cuando, hace poco más de un año, se marchó dando la sensación de que lo hacía dando un portazo cargado de enfado. No es así. Es más, Di María no quería irse del club. Lo ha revelado él mismo. Es la verdad de su marcha del equipo merengue.
La verdad al menos vista a través sus ojos. Según su experincia. El '11' del PSG ha concedido una entrevista al diario Marca y en ella, se sincera con respecto a aquellos turbulentos días en los que hizo todo lo posible por dejar la capital.
"Mi intención fue siempre quedarme, nunca irme. No sé mucho qué pasó ahí dentro son más cosas de los representantes. Son cosas que pasan en el fútbol. Me fui del Madrid como me fui, pero me llevé lo más lindo, la última ovación del Bernabéu. Y con eso me quedo tranquilo", afirma el delantero quien, entonces, en agosto de 2014, ya dijo algo parecido, eso sí, con un tono algo más hosco.
"Siempre quisieron atribuirme la iniciativa de salir del club, pero no fue así. Lamentablemente no soy del gusto futbolístico de alguna persona. Yo lo único que pedí es algo que fuera justo. Hay muchas cosas que yo valoro y muchas de ellas nada tienen que ver con mi salario", escribió en su día también en el diario Marca en una carta de despedida en la que parecía que señalaba a Florentino Pérez, presidente blanco, como único responsable de su adiós.
"Después de ganar la Décima me fui al Mundial con la esperanza de recibir un gesto de la Directiva, algo que nunca llegó. Se hablaron muchas cosas y muchas mentiras", recalcó en aquellos días.
Hoy Di María, sin embargo, relaja sus palabras sobre los mandatarios blancos y en especial sobre Florentino Pérez. "No tuve mucha relación con él, la verdad, ni cuando me ficharon, ni nada. Me fui como me fui, pero no le tengo ningún rencor ni nada. Es un presidente que hace lo que tiene que hacer en su trabajo. Cuando me fichó, me fichó y cuando me tuve que ir, me fui", dijo desmarcándose, así, de las palabras que en su día disparó su padre frente al también presidente de ACS.
"Nunca lo valoraron. No lo querían en el club. Nunca le demostraron cariño en el club (...) Siempre se tuvo que ganar un puesto y siempre le llevaron jugadores para sacarle. Le llevaron a Bale, le llevaron a Isco... todos para el puesto de Ángel. Por eso llegó un momento en el que se cansó. Él no tenía que demostrar nada. Ya lo demostró todo", comentó entonces ante las palabras de Florentino Pérez.
El presidente también afirmó que las peticiones del futbolista para quedarse en Madrid "excedían los salarios de toda la plantilla salvo los de Cristiano Ronaldo, que es el mejor pagado porque como todos saben, es el mejor jugador del mundo y eso era algo que no podíamos permitir".
Ahora, con esta explicación y el nuevo tono de sus palabras, Di María pretende aplacar los ánimos con respecto a una afición que lo despidió entre vítores, pero que también cargó contra él en algunos momentos de su periplo blanco. De ahí que ahora quiera evitar problemas para no perjudicar a su equipo, el PSG.