
José Mourinho y su Chelsea son de nuevo noticia en Inglaterra y no precisamente por los buenos resultados del vigente campeón de la Premier League y la Copa de la Liga, competición, ésta última, de la que ayer cayeron eliminados en los penaltis ante el Stoke City. Un resultado negativo que convierte al duelo del próximo fin de semana ante el Liverpool en algo más que un partido clave para 'The Special One'. Podría convertirse, en realidad, en su sentencia rumbo al despido en el banquillo de los 'blue'. Si el Chelsea no gana, es muy probable que la despedida del portugués sea cuestión de días o quizá de horas. Una situación ante la que el técnico no se muestra nervioso. Al menos no de cara al público. Es más, tras caer frente al Stoke, el de Setubal volvió a lanzar un reto verbal al dueño de su equipo, el ruso Roman Abramovich.
"Hemos jugado bien. Podríamos haber ido por delante en el marcador al descanso por tres o cuatro goles. El equipo lo hizo todo bien. Estoy feliz. Mañana, si quiero, me puedo tomar un día libre sin problemas. No tengo motivos para estar triste o preocupado", dijo en la sala de prensa.
Sus palabras no han sentado muy bien el equipo londinense y recuerdan, en parte, a aquellas que dijo hace un par de semanas, cuando afirmó que no había entrenador mejor para sacar la situación adelante que él.
"Mourinho dio muestras de cierto aire desafiante después de que la pésima temporada del Chelsea diera anoche otro giro a peor con la eliminación en la Copa de la Liga por el Stoke City", reflexiona hoy el diario The Times al respecto de estas palabras.
¿Por qué esta actitud? Mourinho sabe que en este conflicto tiene el apoyo de los aficionados y es ahí donde radica su mayor fortaleza a la hora de mantener el pulso con Abramovich, toda vez que el económico, aún siendo un problema, no lo sería tanto como el de tener a los 'fans' en contra.
Cabe recordar que la despedida de Mourinho le costaría a las arcas del club 50 millones de euros, un precio elevado que, con todo, la entidad sí se puede permitir.
Es por eso que el cariño que los hinchas del Chelsea hacia Mourinho se haya convertido en su principal asidero. Ellos, los hinchas, señalan a los jugadores como los culpables de lo sucedido en estos días y piden que se mantenga al preparador como garantía de que se seguirá siendo inflexible con la actitud de alguno de ellos.
Mientras, el preparador insiste en lanzar un mensaje de unidad con el vestuario que, desde la prensa inglesa, insisten en afirmar que no esta. "Lo que algunas personas escriben y dicen es muy malo para los jugadores. Lo que ellos han hecho esta noche es enfrentarse a algunas personas que escriben y hablan y les han dicho 'sois estúpidos'", insistió en sala de prensa el técnico.
Además, el ex del Real Madrid también quiso lanzar un mensaje a aquellos que le acusaban hace un año de ser resultadista. "Hace unos meses cuando ganábamos y éramos casi campeones, había gente que decía que hay cosas más importantes que los resultados. Ahora esa gente dice que los resultados son lo más importante. Es una contradicción Es un poco raro", concluyó.