Fútbol

Crece en el Barça la sensación de 'conspiración' arbitral a favor del Real Madrid

Luis Enrique, durante el Barça - Eibar. Imagen: EFE

El inicio de temporada del FC Barcelona ha estado marcado por un buen puñado de noticias negativas más allá de los terrenos de juego. Lesiones, el castigo de FIFA, líos judiciales... elementos poco favorecedores a los que hay que unir también la actuación de los colegiados. Por el Camp Nou no andan demasiado contentos por cómo les están tratando los árbitros. Es más, desde el principio de campaña se ha venido deslizando que será una temporada compleja desde este punto de vista, con constantes 'desatinos' en contra de sus intereses y 'desatinos' a favor del Real Madrid. Lo acontecido en esta última jornada, amén de las recientes denuncias en torno al clásico no han hecho más que crecer estas sensaciones de 'conspiración arbitral' a favor del eterno enemigo.

En lo que se refiere a lo visto sobre el terreno de juego, en el Barça no ha sentado nada bien la expulsión de Javier Mascherano. El argentino vio la roja en el 81' del encuentro que disputaron este domingo ante el Eibar por, supuestamente, insultar gravemente al colegiado gritando "la concha de tu madre".

Las cámaras de TVE habrían captado que el insulto en verdad habría sido dirigido a la hermana del colegiado y no a su madre, lo que podría abrir la esperanza de que el Barça, abrazando un posible defecto de forma, anulase este castigo hacia su jugador.

En todo caso, entienden en el Camp Nou, se está siendo demasiado estricto con el equipo catalán. Su entrenador, Luis Enrique, lo justificó en sala de prensa. "La concha de tu madre es una expresión muy habitual en argentina. Como aquí en España decimos 'cojones'. En todo casi intentaré que mis jugadores no digan estas expresiones", dijo después del partido el técnico culé.

Sergio Busquets, en zona mixta, coincidió en el análisis de su técnico y solicitó que los árbitros sean más pacientes, toda vez que consideró que su compañero no se dirigió directamente al trencilla, sino que lanzo esa expresión al aire fruto de un enfado puntual.

Es un argumento parecido al que ya se usó cuando, en la Superocopa de España, Piqué insultó al linier gritando "Me cago en tu puta madre". Aquello costó cuatro partidos al central al igual que le podrían caer cuatro a Mascherano. En tal caso, se perdería el clásico.

El enfado en el equipo culé era notable tras el duelo contra el Eibar. Un choque marcado, horas antes, por la denuncia de supuestas presiones a un linier que, potencialmente, podría ser nombrado para el clásico. "Yo ya me creo todo", dijo serio Luis Enrique en referencia este caso, pese a que el fútbol español apenas le otorga credibilidad. En la ciudad condal sí que lo hacen. El motivo lo expresó su presidente a principios de curso.

"Del arbitraje seguiremos hablando, veremos cosas que nos gustan y cosas que no, como todos los años. Cuando pase algo que no nos gusta, haremos lo que tengamos que hacer, pero en privado", comentó al respecto de los trencillas después de observar como, según su criterio, se había perjudicado al Barça en el comienzo de liga mientras que al Real Madrid se le favorecía.

Un sentimiento que se ha agrandado con lo acaecido en Vigo, cuando Clos Gómez expulsó a Cabral en lo que también se entendió como una acción discutible por parte de los jugadores vigueses. Las cámaras de Canal + cazaron a Orellana gritando "al final van a ser cierto las llamadas. ¡Sinvergüenza!". Este momento de indignación se produjo justo después de la expulsión de su compañero y apenas a unos metros del árbitro.

Un sentimiento de 'mano negra' (o quizá se debería decir mano blanca) que nace en verano, cuando Simeone, en declaraciones al diario As, afirmó que la Liga estaba "peligrosamente preparada" para que la ganase el Real Madrid después de dos años en blanco.

Con todo y con eso, el Barça es a día de hoy el equipo que más penaltis a favor ha gozado este curso, con siete penas máximas frente a la única que le han pitado al Real Madrid (contra el Espanyol en Cornellá). También era, hasta esta jornada el equipo que menos amarillas ve del campeonato con 12 cartulinas por las 18 del Real Madrid. La de Mascherano es la primera roja que ha visto el equipo en Liga.

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