
Rafa Benítez se ha decidido a tomar una única estrategia con Cristiano Ronaldo, después de los vaivenes con el luso en ruedas de prensa de todo pelaje. Ya se vio en las últimas comparecencias y ayer en el programa Al Primer Toque. El técnico pasó a la defensa enconada, por lo que parece, de forma definitiva.
"Ya he decidido que cuando me pregunten si Cristiano es el mejor jugador que he entrenado, diré que sí y sí. El único indiscutible es él", decía el entrenador cuando se le preguntaba por el estatus del portugués en la plantilla. Las palabras de Benítez ya no difieren de las que le preceden sobre la misma temática. No es un experto de la diplomacia, pero ha captado que conviene seguir esa senda. Reprimir cualquier halago al '7' le costó una cantidad considerable de reproches. Aún así, la defensa a Cristiano tiene un precio, un regalo envenenado.
Se rumoreaba después de que por primera vez rompiese una lanza a favor de Cristiano, hablando de él como un recurso indiscutible: en la plantilla no habían sentado bien esas declaraciones, e incluso algún peso pesado del vestuario había mostrado su enfado.
De hecho, cuando tuvo un roce dialéctico con Sergio Ramos a raíz del penalti cometido por el defensa ante el Atlético de Madrid, se especuló con que fuese el propio '4' el que fuese la voz más crítica de la plantilla respecto a esta nueva manera de actuar del entrenador. En sus declaraciones al llegar a la concentración de España, dejaba el mensaje.
En paralelo a esto, se encuentra el duelo por el liderazgo deportivo del club. Ahí Benítez ha dado un cambio de rumbo, y lo que fue un apoyo a lo que reclamaba Bale y veía bien la directiva ha derivado en un espaldarazo continuo a un Cristiano que sigue viendo la relación con su entrenador con suspicacias.
Con una táctica ya fijada, Benítez se dispone a la tarea de no perder más puntos en Liga y aguantar al PSG en Champions. Se ha olvidado de los líos por su jugador estrella y ha decidido tirar hacia adelante sin preocupaciones por sus ruedas de prensa. A pesar del regalo envenenado que supone esta tranquilidad.