Rafa Benítez ha sido objeto de un seguimiento por parte de la prensa en todo lo que se refiere a Cristiano Ronaldo. Desde el comienzo de la temporada se advirtieron ciertos detalles por parte del jugador portugués que indicaban un distanciamiento entre ambos. Los vaivenes del técnico al hablar del '7' no hicieron sino crecer esa sensación.
En dos meses, Benítez ha pasado de negar que Cristiano fuese el mejor jugador al que hubiese entrenado a rectificar y decir sí, para volver al discurso inicial más tarde y desandar lo andado una segunda vez. El punto final lo firmó ayer en rueda de prensa, cuando sentenció que en el Real Madrid, "hay un jugador indiscutible, Cristiano, y luego buenos futbolistas".
Para tratar de cerrar su paso por un jardín en el que él mismo se introdujo (alentado, todo sea dicho, por los medios), ayer tiró de toda la contundencia posible. Hasta el punto de que esta muestra de apoyo al portugués ha sido entendida como desmedida por algún miembro de la plantilla.
Según el periodista Pipi Estrada en 'El Chinguito' de Mega, hay un peso pesado al que le han molestado las palabras de Benítez. Sin revelar la identidad del jugador, ha informado de que la defensa del entrenador ha sido considerado algo exagerada y que le podría repercutir de cara a futuros esfuerzos que se le pidiesen desde el banquillo.
Benítez no es un entrenador muy abierto a los elogios que se le han pedido con Cristiano Ronaldo. Así lo han asegurado diferentes personas que conocen o conocieron hace muchos años al técnico. De ahí su reticencia a lanzar un elogio grandilocuente al luso, y sus posteriores vaivenes.
En alguien no acostumbrado a estos lances, la torpeza de una recién iniciada diplomacia le ha costado el enfado de uno de los jugadores de gran nivel del Real Madrid. Sin pretenderlo, el entrenador se ha creado un problema en el vestuario.
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El mosqueo de Kroos