
La relación de un técnico con su estrella siempre ha de ser la mejor posible para que ello repercuta en el bien del equipo. No ocurre en este momento eso en el Real Madrid, con un Cristiano Ronaldo claramente distanciado de un Rafa Benítez que, solo a regañadientes, dice en público que el '7' es el mejor futbolista del mundo.
El técnico ha tenido que rectificar ya dos veces respecto al jugador luso. Primero en pretemporada, después hace unos días: lo cierto es que tras resistirse a decir que Cristiano es el mejor jugador del mundo, ha tenido que dar su brazo a torcer después de la polvareda levantada.
La relación entre ambos no pasa de lo profesional, un mundo de diferencia con lo que pasaba con Carlo Ancelotti a los mandos de la nave blanca. Desde el comienzo de la pretemporada, se ha visto a un jugador distante, alejado de la órbita del entrenador e incluso protagonizando roces a vista de los medios, como aquel partido de entrenamiento en el que le recriminó ir en contra de los portugueses.
En el Real Madrid se ha advertido esto con cierta alarma, y hasta se ha dado un toque a Rafa Benítez. Hay que contribuir a dar calma a Cristiano, aún enfadado con la prensa y al que se le ha querido arropar. La muestra más clara fue la ronda de entrevistas radiofónicas de Florentino Pérez, presidente blanco, defendiendo al delantero a capa y espada, protegiendo su estatus de líder y leyenda del club.
El Real Madrid sabe a lo que se expone si cristaliza del todo el distanciamiento entre jugador y técnico: lo pudo observar en el eterno enemigo. También comprobó como una alianza entre ambos puede llegar a ser tan poderosa como para acabar en un triplete. El ejemplo, está claro, es la pareja Messi-Luis Enrique, estable después de muchos roces que amenazaron con quebrar el vestuario del Barcelona.
Con la mosca detrás de la oreja desde el kilómetro 0 del curso 2015/2016 por el runrún sobre el rol de Bale y la posibilidad de quedar 'apartado' en pos de un mayor protagonismo del galés, sin encajar con su entrenador por falta de feeling (y también de reconocimiento)...Cristiano ha logrado encauzar la minicrisis en la que se sumergió y ha aparecido con una fuerza inusitada: ocho goles en dos partidos.
Tener contento al '7' es lo mejor que le puede pasar al Real Madrid. Y eso también pasa por una buena relación con un Rafa Benítez que le reconoce a bandazos.