
Gareth Bale ha sido el último jugador en integrarse a la lista de lesionados del Real Madrid. El '11', pendiente de evolución, probablemente tendrá una rotura en el sóleo que le podría alejar un mes de los terrenos de juego. Una vez vista lesión, hay que pensar en un recambio.
Todo apunta a que será Mateo Kovacic el que entrará en lugar del galés, según informa El País. El '16', que aseguró sentirse más cómodo como mediocentro defensivo después de haber transitado más la mediapunta en el Inter, volvería a posiciones más adelantadas.
Sería la consecuencia más clara de la lesión de Bale: el ingreso del croata en el once titular. Kovacic se expondría de nuevo a algo que ya experimentó en su etapa en Italia, un cambio continuo de posiciones que jugó en su contra, ya que le restó estabilidad en su rendimiento.
Ahora, afrontaría el mismo reto pero con más dificultad, puesto que la exigencia en un club como el Real Madrid es de otro mundo. No hay margen para la paciencia ni para el medio plazo. Kovacic debe jugar y algo más: hacerlo bien. De lo contrario, corre el riesgo de ser llevado por la misma ola que ya arrastró a gente como Lucas Silva o Illarramendi en el centro del campo.
Al mismo tiempo que la baja de Bale implica la entrada de Kovacic, se desprende que Jesé ha pasado totalmente desapercibido para los planes de sustitución del galés. El canario, que fue intrascendente (pero titular) contra el Sporting cuando jugó en lugar de Benzema, esta vez no ha sido tenido en cuenta.
Al '20' le adelantaría un jugador que, en un principio, contaba como pivote y que sin embargo sería desplazado varios metros más arriba de lo previsto. Quedaría en el banquillo un futbolista que ya ha sido utilizado en banda (Isco podría acudir al centro de la línea de mediapunta, su sitio más natural) y que vería, de nuevo, una señal de desconfianza por parte del dueño del banquillo.
No sería el primero. Con Ancelotti, quedó relegado a un segundísimo plano tras recuperarse de su lesión de larga duración, y fue superado por un Chicharito que tampoco disputó demasiados encuentros y cuya importancia en el tramo final fue circunstancial.
Después de pensarse su cesión a otro equipo en el pasado mercado de invierno, Jesé continuó y esperó al siguiente entrenador. Benítez, que pidió un delantero más, le aguantó ante la negativa del club a su petición, y ahora rompe una lanza a favor de Kovacic.