Alejado ya de los focos de la prensa española, Xavi ha debutado en la liga catarí, y lo ha hecho con una asistencia con el Al Sadd. El de Terrasa comienza de forma oficial su primera temporada fuera del Barcelona, con muchas diferencias pero también con ilusión.
Marca recoge la nueva forma de vida del centrocampista, convertido ahora en emblema de su nuevo equipo. Una manera de vivir que se resume en mucho fútbol. Porque Xavi, además de jugar en el Al Sadd, también tiene el cometido de formar parte de la Academia Aspire, como parte de un proyecto a largo plazo en el que conseguirá hacerse entrenador.
El jugador habla acerca de este nuevo reto, en el que hay varias diferencias con todo lo que ha experimentado en años y años de carrera. La tranquilidad de no tener presión mediática es una de ellas, aunque es cierto que el nivel de exigencia propio sigue siendo muy alto.
Al margen de lo deportivo, Xavi tiene una vida mucho más normal de la que podría tener en Barcelona. Su vivienda está a cinco minutos de los campos de entrenamiento y de la Academia Aspire, en la que pasa bastante tiempo junto al seleccionador sub-23 de Catar, Félix Sánchez.
Cuando no está ocupado en las instalaciones del Al Sadd, Xavi se dedica a su entorno. Ha viajado a Catar con su esposa, en avanzado estado de gestación. Sus padres se pasan por el país de forma periódica y el jugador está arropado por gente de confianza.
No tiene que viajar apenas, puesto que todos los campos de la liga de Catar se encuentran en 50 kilómetros a la redonda, algo que el futbolista agradece. Después de muchos años a máximo nivel, el egarense disfruta sin presión. Su nueva vida, una muy distinta a la que tuvo hace solo unos meses, le llena.
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Xavi con Guanyarem