Fútbol

La plaga de lesiones del Barcelona confirma la guerra de Luis Enrique contra las giras

Luis Enrique, en el Calderón. Imagen: EFE.

Thomas Vermaelen cayó víctima de una lesión en el sóleo durante el Atlético-Barcelona del pasado sábado. El belga ha protagonizado la que es ya séptima baja del equipo blaugrana en lo que va de temporada. La mirada se echa atrás, en verano, y lo visto confirma los temores de Luis Enrique.

El entrenador toleró (que no compartió) una gira que dejaba al equipo sin la capacidad plena de prepararse en perfectas condiciones para una temporada muy exigente. Tal y como informa El Mundo, la planificación ha tumbado los planes que tenía el técnico, aquellos que tan buen resultado le dieron el curso pasado, cuando sus jugadores llegaron como motos al tramo final.

La idea de Luis Enrique era seguir al pie de la letra las indicaciones de Rafel Pol, preparador físico al que se le puede atribuir el éxito de la pasada temporada en todo lo relativo con las pocas lesiones y el calendario de esfuerzos y estado físico de cada uno de los jugadores.

Evidentemente, la nueva gira ha tenido mucho que ver en que este verano no se haya seguido todo a rajatabla. Los viajes han sido largos: de Barcelona se fue a Estados Unidos (donde se viajó por Los Ángeles, San Francisco y Washington) para volver a Europa vía Italia (Florencia), prolongar en Tiflis y volver a la ciudad condal.

Ya hay una larga lista de caídos en combate. Claudio Bravo, Dani Alves y Douglas estaban en la enfermería antes de que llegase Vermaelen, todos ellos con dolencias musculares. Anteriormente, Jordi Alba y Adriano Correia precisaron de los cuidados médicos por molestias en los isquiotibiales y una pubalgia. Además, Sergio Roberto estuvo toda la semana pasada al margen sin que mediase comunicación al respecto.

Estas lesiones no llegan ni mucho menos en el mejor momento, con una plantilla cogida con alfileres después de la sanción de FIFA y con dos jugadores que aún no pueden ayudar puesto que les está prohibido estar inscritos con el club. Aún quedan tres meses para que esto cambie, y mientras tanto, Luis Enrique observa cómo sus peores presagios con la enfermería se van cumpliendo.

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