David de Gea regresó a la titularidad del Manchester United tan solo dos días después de renovar con el equipo inglés hasta 2019 (y un año más opcional). Después del fracaso en las negociaciones por su traspaso al Real Madrid, el meta quiere hacer borrón y cuenta nueva: jugar, ser titular y ganarse un puesto para la Euro 2016. Pero, en el fondo, no se olvida del que fue su deseo durante todo el verano.
Varios medios ingleses apuntan que en el nuevo contrato del jugador se ha bajado sensiblemente la cláusula de rescisión: de 60 a 40 millones de euros. El gesto no ha pasado desapercibido y se ha entendido con un guiño de cara a un próximo fichaje por el Real Madrid.
A pesar de que las circunstancias han obligado al portero a ampliar su vinculación al United, la perspectiva de ir al club al que quería en verano sigue estando ahí. Esta bajada en la cláusula supone una ayuda extra, un pequeño empujón para que, en el futuro no tan lejano, se pueda intentar un fichaje desde las oficinas blancas.
Precisamente, el asunto de la cláusula era uno de los puntos más espinosos que se podrían establecer después de la firma del nuevo contrato si el Real Madrid decidía lanzarse el próximo verano a por De Gea. En las primeras horas, se habló de cifras mayores, pero esta bajada en la cantidad de salida facilitaría unas negociaciones que de por sí ya están más complicadas que en los últimos días de julio.
Ante el Liverpool, De Gea no se pudo ir imbatido después del golazo de Benteke, pero abandonó Old Trafford con las felicitaciones de Louis Van Gaal y cariño de la grada. Empieza una nueva vida para el madrileño, que en paralelo no se olvida del todo de aquel destino en el que soñó militar: el Real Madrid.
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El regreso de De Gea