El FC Barcelona fue, hasta hace poco tiempo, ejemplo por sus 'milagros' médicos. El club se hizo famoso por difundir comunicados sobre sus lesionados en los que prometía un periodo determinado de recuperación de sus jugadores y, tiempo después, el jugador afectado reaparecía, en algunos casos, reduciendo a más de la mitad ése periodo de recuperación. Formaba parte de una estrategia comunicativa más que de una revolución científica. Pep Guardiola, su impulsor, prefería que los rivales tuvieran incertidumbre por cuándo iban a aparecer los blaugrana. La llegada de Luis Enrique, sin embargo, ha mutado esta forma de actuar. Con Luis Enrique se ha inaugurado la época del oscurantismo.
No es novedad en el mundo del balompie español. De un tiempo a esta parte, el Real Madrid también trufa de misterio su información sobre los lesionados si es que informa sobre qué jugadores tienen problemas físicos o quienes no. Sin embargo, en el caso del Barça la situación se ha hecho más llamativa por el enorme vuelco generado en la información que antes sí se proporcionaba.
La técnica del departamento de comunicación a este respecto es sencilla: o no se informa o, si se informa, se hace dando datos vagos.
Así, por ejemplo, el equipo culé apenas dio pinceladas sobre la lesión de Alves y Busquets tras la jornada inaugural. Del primero dio el diagnóstico, pero no ofreció fechas de recuperación y del segundo afirmó que sólo se trataba un golpe sin más descripción médica alguna.
En ambas situaciones al menos hubo comunicado quizá por aquello de que ambos jugadores se habían lesionado ante millones de espectadores, en pleno partido. Cuando la lesión, sin embargo, se produce entre bambalinas, el silencio es total. Sucedió con Neymar. El culé se contagió de paperas y el mundo se enteró por su Instagram. Ahora, con Sergi Roberto, la situación es parecida. El canterano se rompió ayer y el club no ha comunicado nada. Ha tenido que ser la prensa la que desvelase el secreto.
Un caso que, aplicado al filial, llevó a un castigo a Halilovic, canterano croata ahora en el Sporting de Gijón quien se lesionó en un pie y fue sancionado por el club después de difundir imágenes de su dolencia también en Instagram.
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