
La suplencia de James Rodríguez ante el Sporting de Gijón sorprendió a casi todos los que siguen la actualidad del Real Madrid. El colombiano partió desde la caseta, dejando su puesto a Isco. Solo disfrutó de 34 minutos, tras entrar a El Molinón sustituyendo a Jesé Rodríguez. El '10' entró al campo asturiano con un tremendo enfado.
Lo cuenta As. El castigo de Rafa Benítez, que según Eduardo Inda dejó al cafetero en el banquillo por haber regresado tarde de las vacaciones de verano (él mismo dijo en rueda de prensa que estaba un punto por debajo en ritmo respecto a sus compañeros) fue el detonante de un cabreo considerable del jugador.
Benítez ha cambiado los hábitos en cuanto al anuncio de las alineaciones: a diferencia de lo que ocurría con Ancelotti (que las daba en el hotel), ahora esto se hace en el vestuario. Tras conocer que no sería parte del once titular, James se negó a salir a calentar al césped de El Molinón con el resto de los suplentes antes del comienzo del encuentro.
Ya durante el partido, el colombiano mostró su seriedad, su contrariedad por la decisión del entrenador. Una vez salió al terreno de juego, no fue capaz de cambiar la dinámica del equipo, y no pudo evitar el empate del Real Madrid y la pérdida de los dos primeros puntos en la Liga BBVA.
Esta decisión de Benítez casa con el reparto de minutos a lo largo de la pretemporada. Partiendo de la base de que James llegó más tarde, en su comparación con Isco sale perdiendo. Mientras que el andaluz ha jugado el 60% de los minutos disponibles, James solo ha disputado el 35.
Contra el Betis (el sábado a las 22:30), el entrenador madrileño tiene de nuevo la oportunidad de prolongar el castigo sobre James. Será en el vestuario del Santiago Bernabéu donde se fragüe una decisión que podría acabar con el enfado del futbolista o acentuarlo todavía más.