Sergio Ramos está cansado de su situación en el Real Madrid y ha declarado una suerte de rebelión contra la 'guerra sucia' que le ha declarado el club (instigado por Florentino Pérez, entiende el jugador) con filtraciones y descalificaciones de todo tipo en su contra y en contra de su familia. Una de las más repetidas es aquella que le acusa de 'pesetero' y de buscar sólo su beneficio económico. El jugador niega que sólo le muevan intereses económicos. En tal caso, añade, se habría marchado hace tiempo del Real Madrid. Además, Ramos cree que si se habla de dinero el foco habría que ponerlo más en los derroches que hace el Real Madrid que en la diferencia que le separa, a día de hoy, de su continuidad con los blancos.
Echando números, las cifras están claras. El Real Madrid ofrece a Ramos siete millones de euros netos por temporada, esto es, 14 brutos por curso y el jugador reclama diez limpios, unos 20 si añadimos los impuestos. La diferencia entre ambos es, por lo tanto, de unos seis millones por campaña que, multiplicado por los cuatro años que le ofrecía el Real Madrid, ampliarían la cifra global de la disensión en 24 millones de euros.
Según Ramos y su entorno, esta cantidad es más que asumible por un equipo como el Real Madrid, más si cabe teniendo en cuenta algunos dispendios de las últimas temporadas en fichajes que, finalmente, no han tenido un rendimiento positivo en la casa blanca.
Coentrao (30 millones de fichaje), Illarramendi (38 millones) o Lucas Silva (14 millones) son los ejemplos más claros de esta posición. Además, filtran fuentes cercanas al futbolista de Camas, ¿cuánto costaría fichar un central de las características de Ramos?
Por poner dos ejemplos: Ottamendi y Bonucci (ambos pretendidos por el club) no bajan de los 50 millones de euros y aunque sus sueldos no serían tan elevados como el que ya tiene Ramos (12 millones brutos), seguiría siendo una cantidad notable que elevaría el global de la operación.
Ambos factores, derroches en fichajes de dudoso éxito e inversión para buscar un recambio, son factores que cree Ramos que deberían jugar a favor de su renovación. Sin embargo, el club insiste en no ampliarle un contrato que podría asumir sin problemas. El club, de hecho, lo admite.
Es decir, desde Concha Espina entienden que las peticiones de Ramos podrían ser aceptables desde el punto de vista de la estabilidad económica del club.
Según ha podido saber EcoDiario.es, en el palco, sin embargo, se niegan a dar el paso por varios motivos. El primero, es respetar la férrea jerarquía salarial fijada por Florentino Pérez, con un jugador franquicia como mejor pagado (Cristiano Ronaldo) un segundo escalón donde se situarían los jugadores que reportan un gran retorno económico al club (caso de Bale) y por detrás un tercer escalón con aquellos futbolistas que, además de dar retorno económico, se entiende que podrían ganar el Balón de Oro (aquí es donde está Benzema).
Además, en el Bernabéu entienden que decir sí a Ramos sería provocar un pernicioso efecto cascada, esto es, tras sus pasos seguirían otros jugadores reclamando una subida de sueldo que destruirían lo que Florentino Pérez definió en su día como 'ecosistema salarial'.
De hecho, en Madrid ya han dejado entrever que hay temor a que Marcelo se convierta en el siguiente jugador que llama a la puerta del club. Su representante, por cierto, es René Ramos, hermano y también agente de Sergio Ramos.
Entidades
¿Hay guerra sucia?