Las elecciones en el Barça son una realidad. Los precandidatos (hasta siete) ya han saltado a la arena de los comicios con especial protagonismo para dos de estos aspirantes al sillón presidencial blaugrana. Josep María Bartomeu y Joan Laporta acaparan por ahora los focos y entre ambos, una estrella. Leo Messi, máxima figura blaurana, entró ayer de forma indirecta en el juego de promesas de la mano de éste último, de Laporta. ¿Casualidad? No. Realidad. Leo Messi desea el retorno del ex presidente.
Lo cuenta la cadena Cope. El hecho de que Laporta, ayer en la presentación de su candidatura, citase con tanta frecuencia al argentino tiene como origen la seguridad de que el pequeño delantero ansía el retorno del ex mandatario con el que mantiene una magnífica relación.
Él, Laporta fue el encargado de darle espacio en el primer equipo y el hombre que le blindó su contrato en varias ocasiones para que se sintiera cómodo y a gusto, una sensación que no ha tenido desde que Rosell ganase las elecciones de 2010.
Fue en aquel momento cuando comenzó la cuesta abajo de un futbolista que en los últimos dos años ha vivido sus peores campañas con el Barça, con líos fiscales de por medio y dificultades serias para renovar hasta tener su actual contrato, cifrado en 25 millones de euros por temporada.
Es esta mala relación con los dirigentes blaugranas actuales y, sobre todo, con Josep María Bartomeu, lo que le impulsa, más si cabe, a acercarse a Laporta. Pese a los esfuerzos del último presidente culé por acercarse al jugador, lo cierto es que Messi no ha desarrollado ninguna simpatía hacia su 'jefe'.
De ahí este irrupción inesperada del '10' en estos comicios, irrupción que, según la Cope, podría cristalizar incluso con alguna declaración o guiño a favor del hombre del primer triplete culé. Todo con tal de que regrese al palco y, así haga feliz a la estrella del equipo que, seis años de aquella gesta, ha vuelto a conquistar Liga, Champions y Copa del Rey.
Su nueva figura