
El entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique Martínez, fue uno de los protagonistas a la conclusión de la final de la Liga de Campeones, que enfrentó a su equipo con la Juventus de Turín en el estadio Olímpico de Berlín.
Las inesperadas palabras del técnico asturiano desconcertaron a todo el barcelonismo. Pocos imaginaban que en mitad de la euforia por el triplete el responsable de la plantilla pudiera lanzar un mazazo semejante. "No tengo clara la decisión sobre mi futuro", anunció con rostro serio a las cámaras de Canal+. Algo se cuece en el banquillo del Camp Nou.
Ni siquiera la temporada perfecta a nivel de títulos parece suficiente para retener a su artífice. Una sola temporada como responsable del equipo y Luis Enrique ya está quemado. Y eso que lo ha ganado todo.
Pero el órdago del entrenador gijonés no termina ahí. Su primera dedicatoria fue clara. Lucho se acordó de Andoni Zubizarreta, su principal valedor en el club azulgrana. El hombre que le colocó en su puesto actual.
'Zubi' se vio obligado a dejar la entidad hace apenas unos meses, cuando parecía que el Barça iba a la deriva en un complicado inicio de año. La inestabilidad presidía la actualidad del club. El exportero fue cabeza de turco.
No gustó nada a Luis Enrique aquella decisión de Bartomeu. El técnico cree que, si aquello se hubiera alargado unas semanas, el siguiente en caer habría podido ser él. Se siente maltratado, toda vez que en sus planes estaba el cambio de rumbo que acabó llevando a la conquista del triplete.
Ahora, Lucho prefiere ser prudente. Esperar a que pase la euforia de estas semanas y a un verano que se prevé movido, con elecciones a la presidencia incluidas. Es difícil predecir cómo quedará la entidad en agosto, después de un verano sin poder fichar y con el sillón presidencial en juego.
La decisión se demorará todavía unas semanas. No es descartable que Luis Enrique siga, pero el órdago ya está planteado. Si continúa, debe ser a su manera. Sin tantas presiones y con un control más férreo de todo lo que rodea al vestuario. Si no, se irá después de un solo año y habiendo logrado todo lo posible. Él es de los que opinan que una salida a tiempo es en estos casos una completa victoria.