
Carlo Ancelotti no será el entrenador del Real Madrid en la temporada 2015/2016. El presidente blanco, Florentino Pérez, ha hecho oficial lo que era un secreto a voces: la destitución del técnico italiano, al que le quedaba aún un año de contrato y que deja la entidad madridista tras un curso que acabó con los fracasos en Liga y Champions.
En una rueda de prensa que apenas ha durado diez minutos, el presidente blanco ha confirmado la salida del entrenador de Reggiolo. "Carlo Ancelotti ha sido relegado como entrenador", aseguraba Pérez, que en todo momento ha querido transmitir un mensaje de agradecimiento al ya exentrenador del Real Madrid. Aún no se conoce el nuevo técnico, que se conocerá en la próxima semana, según ha afirmado Pérez.
En un tono neutro, Florentino destacó los logros del italiano, pero también las exigencias que impone un club como el Real Madrid a sus técnicos, así como la necesidad de un impulso en la entidad a nivel deportivo. Al ser preguntado sobre los motivos que han propiciado esta destitución, Pérez ha decidido no responder.
De la misma forma, el máximo mandatario blanco ha asegurado que no ha dado a conocer su medida a los jugadores, con los cuales, ha dicho, mantendrá una reunión para darles a conocer el despido del entrenador al que han apoyado hasta las últimas consecuencias.
A preguntas de los periodistas sobre si su decisión generaría descontento en la plantilla, Florentino ha afirmado que "los jugadores han manifestado el cariño que le tienen".
Florentino ha negado que Ancelotti se haya convertido en la cabeza de turco que pague el fracaso de la temporada 2014/2015. "Nunca hay un culpable", ha dicho Pérez, enumerando los cambios de entrenador en las diferentes escuadras de máximo nivel del fútbol europeo.
Según el presidente blanco, la destitución no ha sido la única opción a barajar por él y la directiva, pero sí ha reconocido que tras el análisis del curso ha contribuido al cambio, siempre (ha insistido) obligado por las exigencias de un club que, a día de hoy, se encuentra ante la tesitura de cambiar un proyecto que contaba con el respaldo de la afición y los jugadores. El contador vuelve a contar de cero.