Fútbol

Carlo Ancelotti demuestra que Gareth Bale es el escollo para su esquema preferido

Carlo Ancelotti, junto a Bale en Vallecas. Imagen: EFE.

La lesión de Gareth Bale no fue de las que más repercusión tuvo en la plaga de bajas que tuvo el Real Madrid antes de su compromiso ante el Atlético en Champions. A la hora de confeccionar el once inicial, Carlo Ancelotti se sintió liberado de los rigores del esquema al que le obliga la 'BBC', y regresó al 4-4-2.

A pesar de no contar con Modric, optó por una medular de cuatro integrantes: Kroos, Ramos, James e Isco. Al margen de la confusión inicial que creó el once titular hasta que se vio su efecto en el césped, Ancelotti dejó claro que siempre y cuando le dejan las circunstancias, regresa al 4-4-2.

Llevan contando meses los periodistas cercanos a la zona noble del Real Madrid que Ancelotti cuenta con la condición de fichar a Gareth Bale por todo lo que el galés representa (y lo que es más importante, se pretende que represente en el futuro) en el club, además de por el obvio potencial ofensivo que luce con la 'BBC'. Algo que el técnico comprendía, pero con un matiz: dejaba desprotegido al equipo en compromisos de alta alcurnia.

La pelea constante que mantiene con el galés para que sea capaz de replegarse y formar un 4-4-2 en tareas defensivas solo ha tenido éxitos muy dispersados, y de hecho en no pocos partidos la 'BBC' queda algo partida del resto del equipo. Ya no se divide el esquema a raíz de Kroos, como a principios de temporada, ahora eso ocurre más adelante. Sin un jugador del perfil de Di María, es muy complicado asumir las mismas funciones por el centro del campo.

Con el 4-4-2, Ancelotti consiguió que el equipo jugase un fútbol realmente bueno justo en las semanas en que Bale estuvo de baja, incluyendo el primer Clásico del curso. El buen juego se mantuvo varias semanas más, hasta que el equipo se deshinchó a finales de año.

De cara al euroderbi, antes de que se supiese la lesión de Karim Benzema, el debate no estaba en la delantera, sino en quién ocuparía los puestos de la medular. No se barajó en ningún momento que Chicharito o Jesé acompañasen a Cristiano y Benzema. Solo después de saberse que el galo estaba fuera, se habló del mexicano. Y, por descontado, desde el principio se contó con Isco e Illarramendi (hasta la sorpresa de Ramos). Algo que dice mucho de las preferencias tácticas de Ancelotti esta temporada.

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