Fútbol

Carlo Ancelotti lanza un mensaje de desconfianza a Asier Illarramendi

Carlo Ancelotti, en el partido ante el Atlético. Imagen: Reuters.

Se venía hablando y en las horas previas al partido tomó fuerza hasta el hecho de convertirse en verdad: Sergio Ramos jugó como mediocentro ante el Atlético. En vez de jugar con un centrocampista puro, optó por el defensa de Camas, dejando clara su poca predilección por Asier Illarramendi.

No es la primera vez que Ancelotti expone públicamente a través de sus decisiones la desconfianza que tiene con el '24'. Pero esta ha sido la más llamativa, ya que no ha sido un cambio de cromos, sino un golpe de mano radical, propiciado por el escaso gusto por el de Mutriku.

Ni Khedira, ni Lucas Silva...fue un central el que acudió al rescate, y lo hizo mejor que los tres centrocampistas suplentes (sin contar a Isco dentro de esa categoría). Ramos hizo todo lo le pidió Ancelotti: cubrió a Kroos, evitó el destape en la medular blanca y sumó mucha fuerza y centímetros en los duelos por el césped y en altura. Además, y lo más importante, el partido nunca le vino grande.

No hay más que ver las imágenes de Illarramendi ante el Borussia para ver cómo el nerviosismo puede afectar a un jugador que había destacado tanto antes en la misma posición. Es un caso, el de Illarramendi, de confianza. Pero en un club como el Real Madrid no se espera a nadie. De promesa del fútbol patrio, el vasco se ha quedado en un recurso para los partidos menos exigentes, eso donde el equipo no se expone demasiado y el nivel de competición es menor. Solo ahí Illarra está desahogado.

Todo esto percibe Ancelotti, que ha ido buscando soluciones del más diverso pelaje cuando se ha visto tentado de darle una oportunidad más a Illarramendi. Ante el Atlético, en el 4-0 del Calderón, optó por un Khedira que hace tiempo ha dejado de pensar en merengue. Cuando vislumbró alguna posibilidad de éxito con Lucas Silva, también le puso por delante. Luego el tiempo (y los méritos del brasileño) le desmintió esa alternativa. Todos ellos llegaron a estar por delante de Illarramendi en partidos importantes.

Todos ellos fueron señales inequívocas de la escasa confianza que Ancelotti tiene en el ex de la Real Sociedad. Con Casemiro llamando a la puerta, el de Mutriku se queda progresivamente sin apoyos en el club que un día pagó casi 40 millones por él.

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