Fútbol

El monopolio de Messi colisiona con la ambición de Neymar

Neymar y Messi celebran el gol del primero al Sevilla. Imagen: EFE.

Leo Messi no fue suficiente para que el Barcelona sacase tres puntos de Sevilla que le podrían haber dado un pedazo de Liga. Uno de las imágenes del partido fue el tremendo enfado de Neymar al ser sustituido. La situación del brasileño, insatisfecho con los minutos otorgados por Luis Enrique, choca con la de su compañero en la delantera y también en el marcador del Sánchez Pizjuán, Leo Messi.

Ante el Sevilla, el argentino sumó los 90 minutos del encuentro, algo que no es novedad. Con esa suma ya 42 veces en las que juega todo el partido, desde el minuto uno al 90. Solo en dos ocasiones no ha jugado todo el partido: ante el Ajax en Champions, cambiado en el 66 y no sin cierto revuelo, y en Anoeta contra la Real Sociedad, donde jugó solo la segunda parte.

Lo cierto es que se habla mucho de la ausencia (en ocasiones bastante razonables) de rotaciones para Cristiano Ronaldo, pero la continuidad de Messi va más allá: es el tercer jugador con más minutos a sus espaldas de todos los equipos españoles de Primera. Solo Sergio Asenjo (4.050) y Óscar de Marcos (3.940) suman más minutos que él, con 3.890.

Para ver el rango de minutos de Leo Messi en el Barcelona, basta echar un vistazo a la lista de jugadores: cuando el rosarino está muy cerca de llegar a los 4.000 minutos, solo un jugador (Jordi Alba) supera por muy poco los 3.000. El '10' es el único que escapa a la política de rotaciones que aplica (hasta el momento con buenos resultados a pesar de los vaivenes) Luis Enrique.

En paralelo a estos datos, Neymar se encuentra inmerso en un nuevo capítulo de rechazo a sus sustituciones. Es el tercer jugador que más veces se ha ido a la caseta y desea algo diferente. Vino al Barcelona para ser importante y, por qué no (nunca lo ha ocultado) aspirar a ser el mejor jugador del mundo cuando Cristiano y Messi lleguen a su ocaso. Precisamente en Messi tiene el espejo de lo que desea: ser indispensable, jugar todo lo posible. Un rasgo que comparten las dos estrellas que lideran a Real Madrid y Barcelona.

Ante sí, Neymar se encuentra en un callejón sin salida por el momento: mientras él quiere ser ya el jugador franquicia, en el Barcelona parece muy complicado con Messi de por medio. Futbolista de sangre caliente y con muchas lecciones por aprender, aún no ha sabido aceptar su rol: el que le deja como un jugador indispensable, pero no del nivel de Messi. Es titular indiscutible, pero a la hora de hacer cambios en la delantera, a medio plazo estará por delante en la lista para ser sustituido.

En todo caso, el problema de Neymar es solo con Luis Enrique. La relación entre él y Messi parece perfecta a tenor de lo que se puede ver en las retransmisiones e imágenes de los entrenamientos. Vale de ejemplo la instantánea de los dos celebrando el gran tanto del brasileño, de falta directa. Hasta que llegue su oportunidad, la de liderar al Barcelona, la ambición de Neymar deberá esperar. Tiene a una leyenda enfrente.

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