
En su mayor goleada liguera desde 1967, el Real Madrid se concedió un homenaje que también fue un respiro y una forma de cargar pilas. Una vuelta por 90 minutos a las sensaciones de meses atrás, cuando los de Ancelotti practicaron un gran fútbol. Buena parte de este fútbol tiene su presencia por el carril izquierdo, y contra el Granada esto se acentuó.
El técnico italiano reservó a Carvajal y dio entrada a James en lugar del sancionado Isco. El resultado fue que, de nuevo, el juego blanco se canalizó a través de la banda izquierda. Pero esta vez fue más aumentado que en otras ocasiones. Provocado por el talante mucho más defensivo de Arbeloa y por el buen partido de James, el carril zurdo fue el habitual del equipo merengue para percutir la adelantada defensa nazarí.
Como siempre, Marcelo fue el jugador por el que pasaron más balones. En una nueva demostración de despliegue físico, el '12' subió y bajó la banda una y otra vez. Con 79 pases (87% de precisión), solo Sergio Ramos tocó en más ocasiones el esférico. Asociado siempre con James, ambos hicieron de la banda izquierda un flujo continuo de balones.
El 41,8% del juego blanco transcurrió por esa zona, ilustrando la importancia del eje Marcelo-James. La diferencia con la banda derecha, que solo sumó el 24,5% (el centro un 33,7%) refleja que todo se vuelca hacia el lateral brasileño y su acompañante, sea quien sea.
En la derecha, Arbeloa (que, paradójicamente estuvo a punto de marcar un gol) y Bale suman menos. El '17' no se pronuncia tanto en ataque y Bale encaja más en el modelo de chispazos que en los aspectos asociativos. No obstante, eso no evitó que el galés anotase el primero del partido y brindase dos asistencias.
Ocurre lo mismo cuando es Carvajal el que habita el lateral derecho, aunque no de forma tan pronunciada. Evidentemente, las limitaciones de los jugadores del perfil diestro en cuanto a las combinaciones fomentan el paso por la banda contraria, donde cabalgan jugadores de mucha clase y toque. Modric, que vive como interior derecho, se concentra más que James/Isco en tareas defensivas y tiende al centro del campo con el balón.
Da igual que sea Isco o James el titular, en la práctica sería un cambio de nombres pero no de intenciones. El Real Madrid (su entrenador, sus jugadores, su forma de jugar) provoca casi de forma involuntaria este vuelco a la izquierda. Por su propia naturaleza, tiende a ignorar a su sector derecho.