
"No siempre las cosas salen como uno quiere". Andrés Iniesta expresaba así ante los periodistas algo que se ha visto varias veces en el terreno de juego esta temporada con él como protagonista. El de Fuentealbilla parece haber perdido el duende. Los imposibles se hacen realidad en el fútbol.
El 26 de marzo de 2014 (esa fecha maldita en la que Víctor Valdés se tendió en el césped del Camp Nou con el cruzado anterior de la rodilla derecha roto), hace ya un año, Iniesta realizaba su última asistencia en la Liga BBVA. 365 días en los que se ha apagado la llama del centrocampista. Para rememorar su último gol no hay que irse mucho más lejos, solo al 23 de marzo del año pasado, en el 3-4 al Real Madrid.
Estos datos, en todo caso, sostienen una verdad que ha cristalizado en muchos partidos del Barcelona esta temporada: Iniesta ha ganado en intrascendencia en el juego del equipo. Al manchego le afecta el poco trámite por el centro del campo, al que se le da menos bola con Luis Enrique. Rakitic parece haberse acomodado mejor en esta forma de practicar el fútbol. El hecho de que haya que correr más sin balón perjudica al '8'.
Iniesta sigue formando parte del once titular del equipo, pero su peso en minutos ha disminuido. Hasta once jugadores han jugado más tiempo que él a lo largo de la temporada, y con 2.113 minutos en sus piernas parece complicado que llegue a los 3.694 del curso anterior.
Hay que recordar que fue él quien salvó el honor de España en el Mundial de Brasil, uno de los pocos jugadores entonados en una cita para olvidar de la selección que hizo historia durante cuatro años. Pero desde la vuelta al Barcelona no ha vuelto a destacar. Iniesta, ese futbolista que podía desequilibrar en una sola baldosa o sacar un pase de gol de la nada, no está presente.
Sus únicas estadísticas en la temporada 2014/2015 han sido tres tantos en Copa del Rey, dos de ellos al Huesca. "En las temporadas hay de todo y me siento con muchísimas ganas de seguir creciendo. Cuando no salen las cosas bien me exijo mucho más", ha asegurado hoy en rueda de prensa. Por el bien de España y el Barcelona, muchos desean que este plus de exigencia dé resultados pronto. El fútbol le echa de menos.