
Cuando se cerró el mercado de verano, se pensaba en el mejor Real Madrid en mucho tiempo. Con el aval de la Décima, un Cristiano con tiempo de descanso, un Bale en plena forma al haber hecho la pretemporada al completo...y un banquillo que prometía relevos de confianza. Esto, con el paso de los meses, se ha convertido en una apreciación equivocada.
A pesar de la marcha de Xabi Alonso y Di María (la primera imprevisible), en el mes de septiembre había motivos para la confianza: Keylor Navas era un buen recambio para la portería, Nacho, Arbeloa, Coentrao y Varane bastaban para la defensa, Illarramendi, Khedira e Isco sería suficientes para el centro del campo, se esperaba a Jesé y se aseguraba con Chicharito un jugador de buen nivel para la delantera...
Con ocho meses de temporada a las espaldas, se puede decir que la percepción era errónea, y las decisiones de Carlo Ancelotti lo atestiguan. Su poca confianza en la segunda línea da buena cuenta de ello. A pesar de que los descansos son primordiales a la hora de sobrellevar una temporada tan exigente como lo que afronta el Real Madrid (hay que recordar que jugaba las seis competiciones posibles), el italiano ha preferido exprimir más de la cuenta a sus titulares. Las soluciones procedentes de la caseta no ayudan.
El de Reggiolo se encuentra entre la espada y la pared: si cambia el equipo, baja el rendimiento; si no da descansos, eso repercute en el físico global.
En defensa, Arbeloa y Coentrao podrían estar viviendo sus últimos meses como jugadores y no convencen cuando suplen a Carvajal y Marcelo, Varane ha sido algo irregular cuando debió dar un paso al frente en las bajas de Ramos y Pepe, y Nacho no termina de quitarse ese cartel de jugador secundario.
En la medular, zona especialmente afectada por las lesiones, solo Isco ha sido una sorpresa agradable. El malagueño tiene el estatus de titular en una explosión de sacrifico impensable hace poco tiempo. El resto, poco o nada. Illarramendi está estancado, Khedira es solo jugador del Real Madrid porque lo dice su contrato (ya habría confirmado su salida) y Lucas Silva apuntó maneras de corrección pero se quedó solo en eso.
La delantera no escapa a esto. La 'BBC' ha fagocitado a sus dos suplentes, y mientras que Morata triunfa con la Juventus, Jesé no ha vuelto bien de la lesión (el Real Madrid comienza a estar preocupado con este asunto) y Chicharito está pasando sin pena ni gloria pese a que comenzó marcando goles.
Los datos de minutos muestran la poca importancia de muchos efectivos. Ocho de los 23 jugadores de la primera plantilla no llegan a los 1.000 minutos con más del 75% de la temporada transcurrida. Ya son seis los que suman más de 3.000, todos ellos titulares. Doce han superado los 2.300. Demasiada concentración y poco refresco.
En el curso pasado, hasta un total de 15 jugadores traspasaron la cifra de los 2.000 minutos, algo que parece complicado en la 2014/2015. 20 jugaron más de 1.000, extremo que parece irrealizable ahora. Números que hablan del ocaso un banquillo.