
Uno de los momentos más duros de Carlo Ancelotti como entrenador del Real Madrid fue, sin duda, la rueda de prensa que ofreció después de la derrota sufrida ante el Schalke 04 y que acabó con una ruidosa pitada a su equipo. En la comparecencia ante los medios, analizó el partido y el mal momento de su plantilla de forma lúcida, y además dio una versión diferente de uno de los males que se intuía que podían afectar a la escuadra.
"Faltaba confianza y físicamente hemos bajado un poco", aseguró el de Reggiolo, minutos después de una derrota que escoció mucho. Los datos daban la razón al técnico: el Schalke había corrido casi 10 kilómetros más (122.5 frente a 113.1) que su equipo.
En la previa del partido, el italiano había desechado la teoría del cansancio que en ese momento entonaba: "Tenemos claro el problema. No es físico, sino técnico". Se trataba de una verdad a medias, los problemas en la circulación de balón no solo obedecen a una buena o mala noche de los jugadores en el césped. Cuando las piernas no responden, es difícil trasladar en el campo lo que se quiere ejecutar.
En la medular blanca, hay varios casos de jugadores a los que se empieza a notar agarrotados. Lo de Toni Kroos no es nuevo, puesto que desde finales de noviembre se especula con un refresco que aún no ha llegado. Sin embargo, Isco parece contagiarse de este agotamiento, y es aún más grave.
Era el jugador sobre el que se había apoyado el Real Madrid en los últimos meses, sobre el que pasaba casi todo su juego. No es casualidad que su particular bajón en los tres últimos partidos (solo un empate) haya venido en paralelo a tres partidos muy grises del malagueño. La llegada de Modric se estima necesaria para darle un respiro, al igual que a Kroos. Pero la duda es, ¿será suficiente?
Los dos andan justos de gasolina y este periodo del calendario es el menos propicio para las rotaciones, pero parece algo necesario, sobretodo en el caso de Kroos. Otra opción es la de jugar con cuatro centrocampistas, lo que dividiría el trabajo entre más jugadores. Una especie de parche hasta la llegada de todos los efectivos tras su paso por la enfermería. "Cuando los tres de arriba están bien, juegan", dijo Ancelotti al ser cuestionado por esta posibilidad.
Decidirá el italiano, que de momento, ya ha admitido el problema.