
Los riesgos geopolíticos, la ralentización de la economía o las políticas monetarias de los bancos centrales son algunos de los factores a los que alude la banca de inversión para explicar por qué la volatilidad es lo único que seguro encontrarán los inversores este año. Sin embargo, la corrección que vivieron los mercados, todos, durante el último trimestre de 2018 que, entre otras cosas provocó que "el 100% de los activos acabaran en negativo", según ha apuntado Almudena Benedit, directora de gestión de carteras para Iberia de Julius Bär, ha dejado muchas más oportunidades para aquellos inversores que hayan vencido a la tentación de claudicar en el mercado.
"En momentos de incertidumbre no hay que tomar decisiones precipitadas ya que el market timing ha provocado que el inversor medio haya obtenido a largo plazo rentabilidades muy inferiores a las de todos los activos", ha afirmado Benedit en la presentación de las perspectivas para 2019 de Julius Bär.
Lo ha hecho apoyándose en un gráfico que muestra que desde 1998 a 2017 un inversor medio ha obtenido una rentabilidad anualizada del 2,6%, muy por debajo del 9,1% que han obtenido los activos inmobiliarios cotizados, del 5% que ha tenido el mercado de bonos o del 7,2% que ha ganado el S&P500.
"Estamos positivos con la renta variable, que es la que dará la rentabilidad a la cartera ya que con la parte de renta fija lo que hay que hacer es preservar el capital"
Desde el banco suizo tienen claro además qué si no hay recesión en el corto plazo, algo que no esperan que se produzca ni este año ni durante buena parte del que viene, el mercado donde hay que estar es la renta variable. "Estamos positivos con la renta variable, que es la que dará la rentabilidad a la cartera ya que con la parte de renta fija lo que hay que hacer es preservar el capital", apunta Benedit.
De ahí que su recomendación sea la de contar con una cartera formada por bolsa y por liquidez ya que estima que en los próximos doces meses se puede ver al bono americano a 10 años en niveles del 3,60% y al alemán, en el 1,20%, con la caída de precios que eso implica para quien hoy tenga ambos activos en cartera. Y si bien no aconseja que ningún inversor conservador cambie su perfil sí avisa de que "lo que hay que explicarle al inversor conservador que no quiera bolsa es que su rentabilidad será nula".
Aunque desde Julius Bär no realizan estimaciones por regiones ven potencial en el mercado español y también ven valor en muchas compañías europeas, además de en japonesas. Por sectores sus preferencias difieren de otras casas ya que siguen viendo un mayor potencial en aquellos más cíclicos como el financiero, el industrial, el energético y el tecnológico aunque han incluido el sector de salud como novedad en su cartera para darle un toque más defensivo.
Unas recomendaciones que coinciden con las previsiones económicas que tienen de cara a 2019. "No vemos recesión pero sí una convergencia en el crecimiento económico", afirma Benedit. En concreto pronostican que el crecimiento global será del 3,6%, apenas dos décimas inferior al 3,8% de 2018.