
Las gestoras, sobre todo extranjeras, han encontrado en los fondos que invierten en tendencias un filón para conseguir clientes de largo plazo. Pero, ¿tienen estos productos tan de moda sentido para todo tipo de inversores y carteras?
La inversión en robots, en el cambio demográfico, en la nueva economía digital, en la inteligencia artificial, en la gestión del agua, en la política de igualdad de género… Todo esto es posible hoy gracias a lo que las gestoras, sobre todo las internacionales, han acordado en denominar "fondos temáticos". Se trata de productos que tienen dos denominadores en común: todos invierten en renta variable y todos lo hacen con una visión a largo plazo. Pero, ¿son los fondos de tendencias una estrategia rentable para el inversor u obedecen simplemente a una estrategia de marketing?
"Empezamos a invertir en megatendencias en el año 1995 y ya en 2016 gestionábamos en estrategias temáticas 30.000 millones de euros de un total de 161.000 millones. Se trata de una respuesta a la demanda de innovación de carteras, rompiendo con el esquema tradicional de asignación de activos, lo que está generando mucho interés entre inversores institucionales y privados", afirma Gonzalo Rengifo, director de Pictet AM en España, una de las gestoras que más han impulsado este tipo de estrategias en los últimos años.
No es, sin embargo, la única. También otras como Axa IM, Allianz Global Investors, Natixis, Amundi, BNY Mellon, Candriam, BlackRock o Fidelity, entre otras, han incluido en sus gamas de productos fondos que invierten en megatendencias. "No pensamos que haya una burbuja. Se trata de estrategias muy tangibles, para inversiones a muy largo plazo y que representan una perfecta alternativa para evitar los efectos de los ciclos económicos", afirman desde Fidelity.
Con este tipo de estrategias los inversores consiguen acceder a soluciones diferenciadas y alejarse así de la clásica inversión por regiones o activos adelantándose a la sociedad del futuro. Mientras, las gestoras logran un producto diferencial, difícilmente replicable por parte de los ETF, fácil de explicar y que implica per se la captación de un cliente que invierta a largo plazo, que al final es el tipo de inversor que toda gestora tiene tener en su cartera de clientes. "Los fondos temáticos son muy importantes para el papel que tenga la gestión activa en el futuro. Los fondos de tendencias estarán ahí porque ofrecen esta gestión activa y no son tan indexables como otro tipo de productos por lo que es más difícil que tengan competencia en la gestión pasiva", apunta Victor Alvargonzález, socio fundador de Nextep.
Fáciles de entender, pero no por ello aptos para todos los públicos
Sin embargo, no en todas las carteras tienen cabida este tipo de fondos. El inversor debe cumplir con dos requisitos. El primero es que debe tener una visión a largo plazo y el segundo, es que debe contar con un perfil de inversión arriesgado. "Nosotros tenemos una cartera de inversión en tendencias pero solo para perfiles arriesgados ya que este tipo de productos deben ir acompañados de un objetivo que sea a largo plazo", afirman desde Tressis. No en vano, no hay que olvidar que son productos que invierten en bolsa y que además ofrecen una mayor volatilidad que los fondos más tradicionales de renta variable ya que, como explica Fernando Luque, editor en España de Morningstar, "a diferencia de lo que sucede con los fondos sectoriales son productos que, al estar centrados en una temática, pueden invertir en diferentes sectores y ahí puede haber problemas de valoración porque se complica el proceso de análisis de valores".
Además, a esa elevada volatilidad también contribuye el hecho de que los flujos de dinero que reciben no suelen ir tan acompasados por el contexto económico o de mercado como porque se ponga una determinada estrategia de moda, y eso también impacta en el valor liquidativo de los productos.
De ahí, que los expertos incidan en lo necesario que es diferenciar entre lo que es moda y lo que es tendencia a la hora de decantarse por incluir productos de este tipo en una cartera. Por ejemplo, desde Axa identifican cinco megatendencias desde las que desarrollan sus productos: estilo de vida y longevidad, inclusión global, transición energética, economía digital y eficiencia y automatización. Mientras que desde Pictet se han aliado con el Instituto de Copenhague de Estudios Futuros que son los que identifican esas megatendencias que luego la gestora suiza convierte en productos de inversión.
Entre las últimas megatendencias que han identificado las gestoras de activos hay dos que están copando la mayor parte de la nueva oferta. La primera de ellas es la que versa sobre los nuevos modelos de transporte que se están implementando en las grandes urbes del mundo -coches autónomos, ciudades inteligentes, transición enérgica...- con fondos como Pictet Smart City o BNY Mellon Mobility Innovation Fund o BGF Future of Transport. Y la segunda tiene que ver con la gestión del agua y los residuos. Sobre esta última tendencia han empezado a comercializarse fondos como fondo Allianz Global Water o, más recientemente Fidelity Funds Sustainable Water and Waste Fund, fondo gestionado por Bertrand Lecourt, que lleva más de 18 años analizando empresas de agua y residuos.
Sin embargo, algunas gestoras también ofrecen la posibilidad de comprar fondos de tendencias sin tener que decantarse por una sola. Por ejemplo, Fidentiis comercializa su fondo Fidentiis Megatrends, que invierte su cartera en acciones de compañías relacionadas con el envejecimiento de la población, la digitalización o la descarbonización de la economía. Por su parte, Pictet ofrece productos como Pictet Megatrend o Pictet Global Thematic Opportunites, que incluyen una selección de los valores más representativos de los que se incluyen en sus otros fondos temáticos.
¿Qué porcentaje destinar?
El 5% es el porcentaje de la cartera que como máximo deben ocupar los fondos temáticos, según aconseja Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España ya que, según explica, "la realidad es que, aunque sean productos pensados para el largo plazo, muchas veces el cliente no tiene paciencia para aguantar invertido y son fondos que tienen mucha volatilidad". De hecho, se recomienda que solo los perfiles de largo plazo y arriesgados los incluyan como opción.