
En España se venden 45.089 instituciones de inversión colectiva (incluidas sicavs y las diferentes clases de fondos que hay en el mercado) y de todas ellas, 30.936 son instituciones que están domiciliadas en Luxemburgo, el 68% del total.
Es cierto que la mayor parte de ellos son fondos o sicavs de gestoras extranjeras, pero en los últimos años ha crecido mucho también el número de gestoras nacionales que han decidido o bien registrar sus fondos directamente en la plaza luxemburguesa, o bien lanzar réplicas de sus fondos españoles en Luxemburgo. De hecho, el patrimonio de las gestoras españolas en Luxemburgo ha pasado en apenas cinco años de los 3.174 millones de euros a los 8.121 millones, según los últimos datos publicados por Inverco a cierre del mes de septiembre y solo en 2018, estos activos bajo gestión crecieron el doble que los activos gestionados en fondos españoles.
Las causas que explican este impulso por la gestión made in Luxemburgo son dos. Por un lado está la identificación de Luxemburgo con la marca UCITS. "Influye que las gestoras quieran comercializar más allá de sus propias redes u ahí los que mejor marca tienen son los fondos luxemburgueses. Se identifica Luxemburgo con UCITS fuera de Europa. Es un país que está muy centrado en la industria financiera y trabaja muy bien. Lo único malo es que para una gestora es mucho más caro registrar allí fondos ya que calculamos que el break even está en torno a 20 millones. Por debajo no compensa tanto", afirma Gloria Hernández Aler desde FinReg360.
GVC Gaesco, una de las gestoras que más está apostando por la plaza luxemburguesa lo confirma. "El motivo es que toda gestora como nosotros que queramos aumentar la base de cliente internacional se consigue mejor con fondos domiciliados en Lux que en España. Como gestora española podemos registrar fondos aquí o en Lux con la misma gestora. Luxemburgo es un país que desarrolló pronto una industria de fondos como plataforma para la venta de producto nivel genérico en toda Europa. Los inversores internacionales ya tienen el due dillingence de los fondos luxemburgueses porque ya lo conocen y concentran sus compras en ese mercado", afirma Jaume Puig, CEO de GVC Gaesco Gestión.
La segunda razón se explica por la diferente normativa que había en España en lo referente a las cuentas ómnibus. Hasta hace bien poco -el Senado aprobó las cuentas ómnibus hace apenas un par de meses- no se permitía la comercialización de fondos españoles a través de cuentas ómnibus a pesar de que era una de las reclamaciones históricas del sector. Gema Martín Espinosa explica desde el blog alojado en la web de la gestora Cobas AM explica el porqué era algo tan reclamado por el sector. "En las cuentas ómnibus es la entidad comercializadora y el titular y no el cliente final de la misma. Permite operar en una sola transacción el total de órdenes de suscripción y reembolso de los clientes, sin que los datos sean conocidos ni compartidos". Ese anonimato es algo que suele gustar a los inversores y, además "facilita la portabilidad de las cuentas al no ser estas nominativas para cada partícipe", apunta Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis. Además, con este cambio normativo se abre la posibilidad a que los vehículos de inversión de la gestora de una entidad financiera puedan ser distribuidos en una tercera firma de la competencia sin necesidad de tener una réplica en Luxemburgo y sin que los datos de los partícipes caigan en su poder.
Costes muy similares
Sin embargo, la realidad es que este cambio de normativa en poco afecta al pequeño inversor de fondos ya que son pocas las diferencias que presentan los fondos con sello español de los productos con sello luxemburgués, con alguna salvedad ya que según explica Carlos Pérez Parada, CEO de Andbank Wealth Management "con los fondos luxemburgueses sí se permite ofrecer el mismo fondo en varias clases de divisas pero de lo que se trata es de crear economías de escala y conseguir así una eficiencia de costes". Y lo bueno es que esa eficiencia de costes -Luxemburgo sea un destino muy competitivo en lo que a coste de registro se refiere- a veces se traslada al pequeño inversor en cuanto a las comisiones que paga por sus fondos.
De hecho, según el último estudio Morningsrtar sobre los costes de los fondos en Europa de 2016, el ratio de gastos medios en los fondos domiciliados en Luxemburgo es del 1,13% frente al 1,21% de los fondos españoles. Claro que hay que tener cuenta que hay un poco de truco ya que buena parte de los fondos allí domiciliados están dirigidos a inversores institucionales que acceden a clases de fondos más baratas que las clases a las que acceden los inversores más retail. Y eso al final impacta al alza o a la baja en la media de gastos que soportan los productos. Además, no en todas las categorías de activos los fondos luxemburgueses ganan a los españoles en lo que a comisiones modestas se refiere. En la categoría de alternativos la comisión media que se cobra en ambas plazas es la misma, del 1,38%, y en el universo de fondos mixtos, que son los que concentran la mayor parte del ahorro de los fondos españoles, el producto nacional es más barato: cuesta un 1,37% frente al 1,59% de Luxemburgo.