
La bolsa nipona ha roto resistencias y se verá aún más beneficiada por ser país olímpico y por la pérdida de fuelle del yen si continúa la menor aversión al riesgo. Además, la solidez de sus empresas convence al mercado.
Uno de los proverbios más utilizados por los japoneses, que son un pueblo bastante aficionado a los dichos, es el que reza Nanakorobi yaoki. Literalmente, caerse siete veces, levantarse ocho. Una frase que ayuda a hacerse una idea del carácter de un país que lleva desde la década de los 90 luchando contra una crisis propia, a la que le ha pillado el toro de la crisis global.
Parece que el Sol Naciente quiere volver a salir una octava vez. Al menos, no puede decirse que su Gobierno no esté poniendo toda la carne en el asador, con el ambicioso plan de estímulos económico lanzado por su primer ministro, Shinzo Abe.
Por técnico, además, el índice de referencia nipón está de enhorabuena, ya que "ha logrado batir resistencias que presentaba en los 14.560 puntos, que era la parte superior de un hueco bajista que había abierto semanas atrás a la baja. El cierre de éste es una nueva señal de fortaleza que abre la puerta a que el Nikkei trate de retomar la tendencia alcista", señala Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros. Así, el selectivo nipón tiene el camino allanado para escalar no sólo hasta los 15.000 puntos, sino hasta la fuerte resistencia de los 16.000.
En previsión de este movimiento, recientemente decidimos no esperar y aumentar la exposición de Ecotrader al Nikkei 225, la estrategia más antigua de la cartera, que lleva abierta desde marzo de 2009 -y acumula una rentabilidad superior al 91 por ciento desde entonces-.
Una de las claves que permitiría a la Bolsa de Japón seguir transitando la senda alcista es que el yen pierda fuerza contra las principales divisas del mundo. Y según Cabrero, tras "experimentar algunos rebotes, parece que al fin está preparado para volver a depreciarse". Al menos, frente a algunos de sus principales pares como el euro, que experimenta un fuerte repunte apoyado en eventos como la renovación del mandato de la canciller Angela Merkel en las elecciones alemanas celebradas el día 22.
En las últimas semanas hemos visto cierta volatilidad en el mercado y el yen ha actuado en varias de las últimas sesiones como refugio. Pero poco a poco "la aversión al riesgo debe ir calmándose y entonces el yen se debilitará de forma moderada", pronostica Kenji Abe, experto de Citi. Y es que aunque EEUU haya decidido posponer la retirada progresiva de los estímulos económicos, está claro que en algún momento llegará el temido y anticipado tapering. Algunos analistas, como los de Barclays, calculan que el principio del fin del QE3 podría llegar en diciembre, y extenderse hasta junio de 2014. Algo que allanaría el camino para las futuras subidas de tipos en EEUU, que presionarían al alza al dólar y podrían traer más densensos a la divisa nipona.
Otro impulso importante para Japón se lo ha dado el Comité Olímpico Internacional (COI), que ha nombrado a Tokio sede olímpica para 2020. En las anteriores votaciones las bolsas de los países elegidos se dispararon, salvo alguna excepción, en torno a un 10 por ciento en los días posteriores. En el caso del Nikkei, registra un alza de más del 6 por ciento desde la elección, el 7 de septiembre.
Según Kenji Abe, la urgencia para cumplir los plazos de la cita olímpica acelerará "el apuntalado de las anticuadas infraestructuras de Tokio, y creemos que el repunte de la demanda relacionada con los Juegos contribuirá a los esfuerzos de Japón para sacudirse la deflación, lo que por consiguiente será positivo también para la bolsa nipona". Además, opina que las olimpiadas pueden contribuir a que el Gobierno japonés sea más proactivo a la hora de solucionar problemas como la fuga de aguas contaminadas en la malograda central nuclear de Fukushima.
Sin embargo, más allá de la divisa o eventos puntuales, lo que convence del mercado nipón son factores como la solidez de sus empresas. Adrian Hickey, director de renta variable japonesa de Pictet AM, señala que "los beneficios empresariales recientes han sido positivos, excepto en el sector tecnológico de TV y PC, debido a temores sobre la demanda".
Este experto apunta que espera que "la deflación se convierta en inflación y las mejoras económicas apuntalen los beneficios empresariales. El Banco de Japón sigue su programa indefinido de compra de bonos y recurrentes de acciones. En cualquier caso, la oferta monetaria y el crecimiento del crédito sugieren que Japón sigue saliendo de su trampa de liquidez", añade.
También la agenda política puede servir de impulso. En los Abenomics figura una subida del IVA del 5 al 8 por ciento. Y aunque es una medida controvertida, desde Citi creen que finalmente se mantendrá el plan -aunque no descartan que pueda hacerse de forma más progresiva o retrasarse-. Además, creen que se concretará "algún tipo de rebaja del impuesto de sociedades".
Saumil H. Parikh, gestor global de carteras de Pimco, estima que el crecimiento de Japón va a seguir dependiendo de sus "agresivamente expansionistas políticas monetaria y fiscal", aunque augura que, siempre que no haya imprevistos, en 2014 el país crecerá cerca de su potencial.
El 'atractivo' nipón
Pero a la hora de invertir en Japón no todo vale. Hickey prefiere industrias de fuerte crecimiento, "como nuevas tecnologías de producción de semiconductores, que recibirán parte de las inversiones el año que viene. También sobreponderamos empresas del sector financiero que se benefician de mejoras de la economía doméstica". No es el único.
Si nos fijamos en los fondos de inversión accesibles al minoritario español que mejor rating Morningstar reciben -todos tienen 4 estrellas-, en el top 10 de sus inversiones vemos muchos nombres comunes: empresas de servicios de comunicación como KDDI y sobre todo firmas de servicios financieros como Mitsubishi UFJ, Sumitomo Mitsui o Mizuho Financial aparecen en las carteras de la mayoría, que de media se anotan una rentabilidad del 15 por ciento en 2013.