Fondos

Cómo tener lo bueno de los 'hedge funds' sin castillos de deuda en el aire

Puede parecer extraño que, después del mal año que ha vivido la industria de fondos de inversión libre (hedge funds), y de la mala prensa que han cosechado estos productos, sobre todo por su opacidad, los expertos sigan recomendando que parte de la cartera (entre el 10 y el 30%, en función del perfil del inversor) se destine a inversiones alternativas.

Pero no lo es, ya que cuando hablamos de inversiones alternativas no tenemos por qué referirnos necesariamente a hedge funds.

En 1985 nació en la Unión Europea el marco regulatorio UCITS, con la intención de unificar las diferentes normativas en materia de fondos de inversión que había en los diferentes países de la región. Sin embargo, en 2001, cuando llegaron la segunda y, sobre todo, la tercera actualización de UCITS, un nuevo horizonte se abrió para los fondos de inversión.

Pinceladas alternativas

De repente, los productos más tradicionales tuvieron carta blanca para utilizar estrategias que antes sólo estaban reservadas a los fondos de inversión libres. "Este marco permite y homogeneiza la inversión de los fondos tradicionales en activos ilíquidos y en OTC (derivados no cotizados), que antes sólo se podían utilizar para cubrir la cartera", explica Ángel Aldama, de Inverco.

Según este experto, ahora la gestión tradicional no busca tanto seguir el comportamiento de un índice y apuesta más por la rentabilidad absoluta, por estrategias que le permitan descorrelacionarse del mercado. Los productos que se acojen a la normativa UCITS pueden operar con futuros y realizar apuestas bajistas. Además, son trasparentes, y con el nuevo marco -el llamado UCITS IV, que ya ha sido aprobado- podrán reducir su estructura de costes y comercializarse en cualquier país europeo sin tantos trámites burocráticos y sin necesidad de que su gestora tenga una infraestructura de distribución en ese mercado.

Es por ello por lo que muchos expertos, cuando recomiendan tener cierta exposición a la gestión alternativa, aconsejan sobre todo fondos UCITS, "que ayudan a diversificar las carteras", tal como señala Daniel Aymerich, de Inversis.

Diferencias y ventajas

Otra de la ventaja de los UCITS es además una de las principales diferencias. "Los fondos de inversión libre se pueden apalancar, es decir, se pueden endeudar por encima del valor de su cartera para realizar inversiones. Además, pueden utilizar el préstamo de títulos e incluso en algunos casos prestar dinero -como los fondos con estrategia ABL, o Asset Based Lending-", enumera Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital Patrimonio. Esto les permite reducir notablemente el riesgo, en un momento en el que el exceso endeudamiento es un lastre mayor de lo habitual. Pero las diferencias no acaban ahí.

Una ventajas más de los fondos UCITS frente a la inversión libre es que, en general, ofrecen liquidez diaria, por lo que los inversores pueden deshacer sus posiciones en ellos sin tener que esperar a las ventanas de liquidez trimestrales, o incluso semestrales, que tienen algunos hedge funds.

Y por si fuera poco, la oferta de fondos con pasaporte es amplia: de los más de 17.500 fondos y sicavs que se comercializan el España, más de 15.000 -un 87%- están dentro del marco UCITS, según datos de Morningstar.

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