Reino Unido ha lanzado un programa de hasta 20.000 millones de libras esterlinas (unos 22.100 millones de euros) para ayudar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) que quieran refinanciar deudas, para impedir la quiebra de compañías con escasez de fondos.
Varios economistas y representantes industriales elogiaron la medida destinada a reactivar el flujo del crédito, aunque dijeron que el programa no era la solución fundamental para una economía que se dirige a la recesión.
El plan es el último intento del primer ministro Gordon Brown, que va perdiendo en los sondeos de opinión y se enfrenta a unas elecciones en 18 meses, para reactivar una economía golpeada por el racionamiento global del crédito. El lunes, el Gobierno había anunciado algunas medidas para el empleo.