El presidente mexicano, Felipe Calderón, aseguró que el país centroamericano se puede gobernar ya que es estable y democrático, más allá de la impresión que se ha generado en el mundo derivada de la lucha a la que hace frente el Gobierno contra la delincuencia organizada.
El mandatario mexicano se reunió con embajadores y cónsules del país en Palacio Nacional, sede del Gobierno, donde les instruyó a difundir "la realidad que se vive y que incluye una lucha contra el crimen", según informó el diario mexicano El Universal. "Pareciera que en el mundo se genera la impresión de que en México se está simple y sencillamente masacrando a la población civil, en las calles, incluyendo la de esta ciudad y que se esta generando una situación de caos, y honestamente no es así". "Las muertes están claras e indisolublemente vinculadas a la lucha de los grupos criminales que tienen entre sí para disputar los territorios que vienen perdiendo por el debilitamiento de su estructura organizacional que también vienen sufriendo", agregó Calderón.
Además, aseguró que en México se reinstaura la vida institucional, que durante años o quizás décadas se había visto perjudicada y afirmó que la guerra que libra el país no es en contra de una nación ni tampoco para invadir a nadie, sino para defender a México y a los mexicanos, y se lleva a cabo porque la nación cuenta con los recursos y la determinación para hacerlo.