El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, conversó ayer telefónicamente con su homólogo ucraniano, Viktor Yushenko, a quien le pidió que su país pague las deudas contraídas por el suministro de gas y adquiera el combustible a precio de mercado, en una solicitud que coincide con las interrumpciones del envío a Europa.
"El problema de la deuda todavía no se ha resuelto, la parte ucraniana debe cancelar totalmente el monto de esa obligación en plazo más corto posible", afirmó el dirigente ruso, según un comunicado del Kremlin recogido por la agencia de noticias RIA Novosti. Este diálogo se produjo horas después de que el consorcio gasístico Gazprom anunciase la interrupción total de los suministros por el supuesto 'robo' de combustible.
Así, Medvedev recalcó a Yushenko que parte de Europa sufre las consecuencias de la retención ilegal por parte de Ucrania, algo que a su juicio "no se corresponde con los acuerdos vigentes suscritos entre Rusia, Ucrania, los consumidores europeos y otros convenios internacionales". De cara al futuro, el mandatario ruso se mostró dispuesto a reanudar las conversaciones en "cualquier momento", aunque cualquier compraventa estará sujeta a los precios establecidos en el mercado continental. "Para restablecer los suministros de gas es necesario crear mecanismos de control que incluyan a representantes de las empresa competentes de ambos países, observadores de la Unión Europea y expertos de compañías auditoras y jurídicas internacionales que defiendan los intereses tanto de Gazprom como de Naftogaz Ucrania", subrayó Medveddev.