Las reservas de crudo de Estados Unidos se incrementaron en 6,7 millones de barriles en la semana que finalizó el pasado 2 de enero, hasta sumar un total de 325,4 millones de barriles, según los datos publicados hoy la Administración de Información Energética (EIA, por su siglas en inglés). El petróleo ha reaccionado con una violenta caída, con el West Texas cayendo un 7,5%.
Las reservas de gasolina se incrementaron en 3,3 millones de barriles, mientras que las de los productos destilados lo hicieron en 1,8 millones.
Las previsiones apuntaban a un incremento de las reservas de 700.000 barriles de petróleo, una subida de 600.000 en los de gasolina y de 900.000 en las de destilados.