La agencia de calificación de riesgos mantuvo los rating de la entidad catalana (A+ a larg plazo y F1 a corto) pero rebajó la perspectiva de los mismos desde "estable" a "negativa".
Según reza la nota de Sabadell a la CNMV, esta decisión se justifica por "la significativa desaceleración de la economía española y del mercado inmobiliario".