Las operaciones militares estadounidenses, entre las que destacan las guerras de Irak y Afganistán, han costado desde 2001 904.000 millones de dólares (unos 660 millones de euros) y podrían alcanzar para el año 2018 los 1,7 billones de dólares, según un informe del Centro de Evaluación Estratégica y Presupuestal (CSBA).
Con todo ello, el despliegue en Irak, iniciado en 2003, se lleva la palma al haber costado 687.000 millones de dólares, lo que supera el gasto de todos los conflictos anteriores salvo la Segunda Guerra Mundial, si se tiene en cuenta la diferencia del valor del dinero. Por su parte, Afganistán ha supuesto 184.000 millones de dólares.
Sumadas ambas guerras, el coste total supera en un 50% al de la Guerra de Vietnam. El CBSA incluyó para su informe, además de los dos principales conflictos que tiene abiertos Estados Unidos, y en los que cuenta con ayuda de otros países, otro tipo de gastos militares en materia de seguridad interior o los beneficios a veteranos, entre otros aspectos.
