El fabricante de automóviles japonés aseguró hoy que conseguir una mayor flexibilidad en la planta de Barcelona será una garantía para atraer nuevos modelos, puesto que la compañía no asignará producto a las fábricas ubicadas en países avanzados como España a no ser que se mejore este aspecto y ganen en competitividad.
El vicepresidente corporativo de la empresa, Simon Sproule, aseguró que, en el caso de Catalunya, la flexibilidad, basada en adaptar la plantilla a la situación de la demanda en cada momento, constituirá "la clave del éxito" para hacer de la planta un destino atractivo de cara a nuevos modelos.
La dirección de la multinacional nipona trasladó a la delegación catalana que la viabilidad de Nissan en la comunidad es responsabilidad de la dirección del centro, de la plantilla y del Gobierno autonómico. "El futuro está en sus manos", concluyó Sproule, y recordó que para ello será necesario llevar a cabo una reestructuración que posicione la planta en un lugar atractivo "a largo plazo".