Los fabricantes de automóviles estadounidenses General Motors, Ford y Chrysler solicitaron a las autoridades canadienses 6.800 millones de dólares canadienses (5.440 millones de dólares estadounidenses) de ayuda financiera en conjunto para sortear su grave crisis financiera.
De esta cifra, el mayor fabricante de automóviles estadounidense, General Motors, pidió 2.400 millones de dólares (1.920 millones de dólares estadounidenses) a largo plazo, más un préstamo inmediato de emergencia de 800 millones de dólares (640 millones de dólares estadounidenses).
Chrysler requirió un préstamo inmediato de 800 millones de dólares más otros 800 millones de dólares de ayudas. Por su parte, Ford solicitó una línea de crédito de 2.000 millones de dólares. El presidente de Chrysler Canadá, Reid Bigland, afirmó a través de un comunicado que la petición "de un préstamo temporal y que será totalmente pagable de los gobiernos de Canadá y Ontario es realmente doble".