El fabricante alemán de vehículos industriales prevé que su producción se reduzca un 30% durante el próximo ejercicio, a raíz de la caída de la demanda que está experimentando el sector de la automoción y prevé poner en marcha una estrategia de disminución de costes, según informó el consejero delegado de la empresa, Hakan Samuelsson.
El ejecutivo señaló que sería "un error" asumir que esta crisis económica se solucionará en un corto plazo de tiempo y resaltó que su empresa paralizará la producción en varias de sus plantas de camiones durante 40 o 50 días para ajustar la fabricación a la demanda.
Por otro lado, señaló que el volumen de ventas que espera registrar durante el próximo ejercicio se situará en los mismos niveles que en 2008, al igual que los beneficios. Samuelsson reafirmó los objetivos de facturación de la firma para el cierre de este año y confirmó que su margen operativo se situará por debajo del 12%.
Asimismo, explicó que no se han producido avances en las conversaciones sobre una posible alianza con su rival sueco Scania, propiedad del consorcio automovilístico alemán Volkswagen
