A sus 65 años, Jean-Luc Mélenchon aspira a dar la campanada en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia del 23 de abril, después de una recta final de campaña en la que su popularidad le ha aupado hasta el tercer puesto, según algunas encuestas, y ha hecho planear la posibilidad de un cara a cara con la ultraderechista Marine Le Pen en segunda vuelta.
"No soy de extrema izquierda", ha sostenido Mélenchon frente a la etiqueta que se le ha venido dando en estas elecciones, unas de las más ajustadas y convulsas que se recuerdan en Francia, con hasta cuatro candidatos con opciones de pasar a la segunda vuelta, de acuerdo con los sondeos.
Nacido en Tánger (Marruecos) en 1951 y nieto de un murciano, Mélenchon estudió Filosofía y ejerció como profesor de instituto. En 1976 comenzó a militar en el Partido Socialista, tras una primera militancia comunista durante su juventud. Pronto comenzó a ocupar cargos en la formación, primero a nivel municipal y departamental hasta que en 1986 es elegido senador por Essone, puesto que mantuvo hasta el año 2000.
Ese año, dio el salto a la política nacional, pasando a ser nombrado ministro delegado de Formación Profesional en el Gobierno de Lionel Jospin, puesto que ocupó hasta 2002. A partir de ese momento, su giro a la izquierda se fue agudizando y, tras votar en contra del Tratado Constitucional Europeo en 2005 y molesto con la elección de Martine Aubry como secretaria general, en 2008 consumó su salida del Partido Socialista con varios compañeros del ala izquierdista.
Tras ello, funda en febrero de 2009 el Partido de Izquierda, siguiendo el modelo de La Izquierda alemana, fundado por antiguos miembros del Partido Social Demócrata (SPD) y consigue un escaño en las elecciones al Parlamento Europeo de ese mismo año, lo que le dará cierta visibilidad.
Primer asalto frustrado
Mélenchon protagonizó su primer asalto al Elíseo en 2012, aunque sin éxito. Como ha ocurrido en esta ocasión, en la recta final sus datos en los sondeos mejoraron considerablemente pero finalmente el día de las elecciones solo consiguió recabar el 11 por ciento de los votos, lo que le dejó en cuarta posición.
En las elecciones parlamentarias de ese año hizo una apuesta arriesgada, presentándose por la misma circunscripción que Marine Le Pen, quedando en tercera posición. La líder del Frente Nacional perdería a la postre frente al candidato socialista.
Ahora, la perspectiva de que este enfrentamiento se repita en las presidenciales ha generado temor en Francia, movilizando a los partidarios del centrista Emmanuel Macron y el conservador François Fillon, que han hecho llamamientos sobre el riesgo que ello conllevaría y apelando al voto útil.
En esta ocasión, Mélenchon se presenta a las elecciones al frente del movimiento Francia Insumisa y, ante la marginación a la que le han sometido los medios generalistas, ha optado por las redes sociales para hacer llegar su mensaje. El candidato presidencial cuenta con casi 1,1 millones de seguidores en Twitter, más de 900.000 seguidores en Facebook y más de 300.000 en YouTube. Además, ha recurrido a un holograma de sí mismo para poder participar en dos actos a la vez durante la campaña.