El constructor automovilístico estadounidense Chrysler anunció el jueves que cerrará antes de lo previsto una fábrica en Delaware (noreste) y reducirá los efectivos de otra planta de ensamblaje en el país, eliminando así 1.825 empleos de aquí a fin de año.
"En respuesta a la desaceleración continuada de la economía mundial y a la contracción del mercado automotor, así como al hecho de que el mercado ha evolucionado hacia vehículos más pequeños, Chrysler anuncia la eliminación de un equipo en su planta de ensamblaje de Toledo (Ohio, norte) y el adelanto del cierre de la fábrica de Newark", en Delaware, según un comunicado del grupo.
La reducción de la planta de Toledo implica la pérdida de 825 empleos (de los 2.100 trabajadores en total), mientras el cierre de la fábrica en Newark, que arma vehículos 4x4, afectará a cerca de 1.000 personas. Ambas medidas se harán efectivas a partir del 31 de diciembre.