El mal dato de gasto del consumidor en agosto, publicado ayer en EEUU, el peor desde 1991, ha hecho que algunos economistas se hayan vuelto mucho más pesimistas sobre la situación de la primera economía del mundo.
Morgan Stanley ha reducido sus previsiones para el crecimiento del país, y ahora espera que se contraiga un 0,6% en tasa anualizada, en lugar de permanecer sin cambios, tal y como preveía antes. La economía de EEUU se expandió un 2,8% en el segundo trimestre.
En Deutsche Bank, por su parte, también se han vuelto más pesimistas, y ahora esperan una contracción del 0,5% en el tercer trimestre, frente a un crecimiento del 0,7% que preveían anteriormente.