Como se esperaba, ha dejado sin cambios, por segunda vez consecutiva, el precio del dinero en Estados Unidos, aunque ha seguido advirtiendo sobre la evolución de los precios. El organismo monetario señala que la moderación en el crecimiento económico continúa, reflejada en parte en el enfriamiento del mercado inmobiliario. Sin embargo, advierte que las lecturas de inflación subyacente (que no incluye la evolución de los precios de la energía ni de los alimentos frescos) son elevadas y que los altos precios energéticos pueden mantener las presiones inflacionistas. De hecho, mantiene el párrafo en el que señala que permanecen "riesgos inflacionistas". Además, uno de los miembros del Comité Federal de Mercados Abiertos, Jeffrey M. Lacker volvió a votar en contra de la decisión mayoritaria del consejo de mantener los tipos y abogó por un incremento del precio del dinero en 25 puntos básicos, hasta el 5,50%.