El índice de precios al consumo (IPC) del Reino Unido alcanzó en julio el 4,4% en tasa interanual, frente al 3,8% del mes anterior, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística británica. Los analistas esperaban un ascenso del 4,1% internual.
La ONS atribuye el incremento de la inflación a los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que se encarecieron el 12,3% respecto al mismo mes de 2007, al transporte, cuyo precio creció un 8%, y a los servicios del hogar, que subieron un 7,6%.
El IPC se vuelve a situar por encima del objetivo del Gobierno, fijado en el 2%, y supera por cuarta vez en lo que va de año el 3% que obliga al gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, a enviar una carta de explicación al ministro de Economía, Alistair Darling.
