
La planta de fertilizantes que explotó la pasada noche en West (Texas) fue investigada en 2006 por las autoridades federales y locales sobre sus medidas de seguridad, según recordaron hoy varios medios estadounidenses.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) multó a la compañía en marzo de 2006 con 2.300 dólares porque el plan de seguridad de la empresa no cumplía con los requisitos federales, según apuntó el diario USA Today.
En concreto hacía referencia a que no tenía un plan formal de mantenimiento escrito y pocos registros sobre la capacitación dada a los empleados.