
Con el esperanza de ver un cambio en Venezuela, una multitudinaria marea de caraqueños se volcó a las calles en el cierre de campaña en la capital del candidato de la oposición Henrique Capriles Radonski, a una semana de los elecciones presidenciales.
"¡Creo que esta es sin duda la concentración más grande que se ha hecho en la historia de Caracas, quiero darles las gracias a todos!", dijo Capriles al iniciar su discurso sobre una tarima, que se instaló al final de la avenida Bolívar, a pocas cuadras del palacio presidencial de Miraflores.
"Esto ha sido desbordante, te da fuerzas para seguir luchando, para dar el resto los siete días que quedan" para las elecciones, una docente universitaria de 42 años, que acudió a la concentración con sus tres hijas.
El candidato, exgobernador del estado Miranda (norte), apareció en la tarima con los brazos en alto y una camisa del tricolor venezolano tras recorrer en una camioneta toda la avenida, desde donde lanzó besos y regaló las típicas gorras de su campaña a una marea de simpatizantes que desbordó las calles de la zona.
Capriles, de 40 años, instó a los indecisos a hacer un balance de la gestión de Chávez y recordó que el gobierno no ha logrado resolver el flagelo de la violencia que afecta a diario a los venezolanos.
"Yo le digo al pueblo de Venezuela, ustedes juzguen quién está en el proceso de cambio y quién se enfermó de poder y se quedó y está en Miraflores y defraudó al pueblo venezolano", expresó con la voz a punto de desgarrarse.
Capriles, que en los últimos meses ha achicado la distancia en las encuestas frente a Chávez (39% contra 49,4% y 11,6% de indecisos), leyó una lista de lo que él considera promesas incumplidas y de proyectos en el exterior financiados con el "dinero regalado" por el mandatario a otros gobiernos.