Los nueve transeúntes heridos el viernes cerca del edificio Empire State de Nueva York fueron impactados por disparos de la policía, seis de ellos por fragmentos de balas, cuando los agentes abatieron a tiros a un hombre que había asesinado a un ex compañero de trabajo, confirmaron autoridades el sábado.
El tiroteo fue un inusual ejemplo de los problemas que plantean las llamadas balas de punta hueca. El Departamento de Policía de Nueva York comenzó a usarlas hace 14 años para reducir la probabilidad de herir a transeúntes, pese a que en este caso el uso de esas balas haya causado el efecto opuesto.
Las balas son de uso estándar para muchas agencias para el cumplimiento de la ley, incluyendo al FBI, como reemplazo de las balas tradicionales que pueden atravesar el cuerpo de un sospechoso.
Son consideradas más seguras para los transeúntes porque las balas de punta hueca están diseñadas para aplastarse cuando impactan a una persona. Provocan heridas de consideración, pero raramente atraviesan un cuerpo.
El ex comisionado de la Policía de Nueva York Bill Bratton dijo que en situaciones como la que enfrentaron los dos oficiales -un hombre armado manipulando una pistola en una calle con gente- el objetivo principal es detener rápidamente al agresor.
"La idea (de usar balas de punta hueca) es moverse rápidamente para detener la amenaza", comentó Bratton a Reuters. "Puedes enviar a alguien al suelo con una o dos balas muchas veces", agregó.
Hasta 1998, el departamento había usado balas envueltas en una delgada capa de cobre, que a menudo atravesaba a los sospechosos e impactaban a transeúntes.
"Como en todo lo que respecta a armas y municiones, hay ciertos sacrificios de una cosa por otra que tienes que hacer", dijo Bratton sobre las esquirlas creadas por las balas de la policía.
El viernes, los dos oficiales, Craig Matthews y Robert Sinishtaj, dispararon a Johnson, quien figura en un video desenfundando su pistola calibre .45 mientras caminaba hacia ellos.
Tres de los nueve transeúntes heridos siguen hospitalizados, aunque ninguna de las heridas es considerada como una amenaza a la vida, afirmó la policía. Los otros seis fueron atendidos y luego dados de alta.
Matthews y Sinishtaj serán asignados a tareas administrativas a la espera de una revisión del tiroteo por parte de la policía, un procedimiento estándar cuando un oficial descarga su arma en el cumplimiento del deber.
