
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó "en los más firmes términos" la matanza de Houla y pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que con el apoyo de UNSMIS investigue esos ataques que "violan la ley internacional".
"Ese atroz uso de la fuerza contra la población civil es una violación de la ley internacional y de los compromisos del Gobierno sirio con la ONU", afirmó el Consejo en una declaración aprobada de forma unánime por el máximo órgano de seguridad internacional.
El Consejo, bajo la presidencia de Azerbaiyán, celebró hoy una reunión de urgencia para abordar la situación siria, en donde el fin de semana los observadores de la misión de supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS) encontraron los cadáveres de casi un centenar de personas y a cientos de heridos.
El jefe de la UNSMIS, el general noruego Robert Mood, comunicó a los quince que "encontraron 108 muertos, de los que 49 eran niños", dijo el embajador adjunto de Francia, Martin Briens, que agregó que el informe del militar "ha sido abrumador, confirmó la horrenda masacre, en unos términos que van más allá del entendimiento".
"La masacre de Houla es un crimen injustificable. Ha sido condenada por mi Gobierno", reiteró el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jafari, que sostuvo que "algunos miembros del Consejo de Seguridad han mentido y han intentado desviar la información de lo que ha pasado".
Agregó que "en la declaración aprobada no hay nada que diga que el Gobierno sirio es culpable de esos asesinatos".
Los países occidentales y árabes han responsabilizado al régimen de Damasco de esa matanza, mientras que el Gobierno del presidente de ese país, Bachar al Asad, ha responsabilizado a grupos terroristas y a la oposición, que también culpa a las autoridades sirias.
"Los miembros del Consejo de Seguridad reafirman su firme compromiso con la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Siria", agrega la declaración, que también expresa "pleno apoyo" a los esfuerzos del enviado especial, Kofi Annan, y a su plan de paz.
El plan de paz, en vigor desde el 12 de abril, exige a todas las partes el inmediato fin de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos, así como asegurar el acceso de personal humanitario al país, facilitar la transición política siria hacia la democracia, el inicio del diálogo político y permitir el acceso de la prensa, entre otros