El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, mandó el jueves una fuerte señal a los dirigentes empresariales mundiales de que la mejor cura para la inestabilidad en los mercados es un enfoque calmado sobre la estabilidad monetaria, y no otra ronda de préstamos baratos.
Ante varios presidentes de empresas, ejecutivos de bancos de inversión y políticos mundiales en el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos, Trichet descartó los llamamientos para que el BCE siga al mayor recorte de los tipos en Estados Unidos en más de 20 años, que tuvo lugar el martes. Reconoció la gravedad de la situación financiera en los últimos seis meses, con bancos europeos y estadounidenses registrando unos 100.000 millones de dólares en pérdidas por la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, pero dijo que el BCE ha mantenido a los mercados en funcionamiento.