La petrolera Royal Dutch Shell dio por controlado hoy el incendio que se declaró en su refinería en Singapur, su mayor instalación en todo el mundo, y que obligó a cerrar algunas de sus otras unidades.
El fuego se inició ayer por la tarde en la planta de Pulau Bukom, a cinco kilómetros de Singapur, y forzó a la compañía a evacuar todo el personal "no esencial" y a cerrar por precaución su unidad de proceso de combustible diesel.
En un comunicado Shell dijo que el fuego se ha contenido en una área de 150 por 50 metros y que hasta el momento "nadie ha sufrido heridas de consideración".